domingo, febrero 04, 2018

Radiografía a la Filarmónica de Viena: Tradición, excelencia y polémica

El Mercurio

Célebre conjunto Vendrá a Chile con el popular director venezolano Gustavo Dudamel.
Considerada una de las más prestigiosas agrupaciones sinfónicas, famosa por sus conciertos de año nuevo y sus legendarias grabaciones, debutará por primera vez en nuestro país el 8 de marzo, en uno de los puntos altos de la temporada 2018 del Municipal de Santiago. "Tiene un sonido rico, cálido, pero a la vez grandioso", afirma el director Paolo Bortolameolli.  

Por Maureen Lennon Zaninovic 

Al hablar de los orígenes de la Orquesta Filarmónica de Viena es imposible soslayar el glorioso siglo XVIII, cuando caminaban por las calles del Imperio Austrohúngaro compositores como Haydn, Mozart, Beethoven o Schubert. Todos ellos se inspiraron en esa encantadora y antigua ciudad y sentaron las bases para que se la reconociera -hasta el día de hoy- como una de las más grandes capitales de la música clásica de todos los tiempos.

Un prestigio que tuvo un relevante hito en 1842, cuando Otto Nicolai -quien fuera director del Kärntnertortheater (antecesor de la actual Ópera Estatal)- formó la llamada Academia Filarmónica. Nicolai la presentó formalmente como una agrupación conformada por "todos los miembros de la orquesta del Teatro de la Corte Imperial", y trazó sus normas, varias de las cuales siguen vigentes hasta hoy. Entre ellas, que solo los músicos pertenecientes a la Orquesta de la Ópera Estatal pueden formar parte de la Filarmónica de Viena y su particular régimen soberano: el conjunto es artística y financieramente autónomo.

Su pasado no se puede desconocer a la hora de enumerar sus grandes hitos. Desde su fundación, en el siglo XIX, la han dirigido una pléyade de grandes batutas y músicos, entre otros, Gustav Mahler, Karl Böhm, Herbert von Karajan, Georg Solti, Leonard Bernstein y Riccardo Muti. También ha protagonizado varios estrenos mundiales, de compositores como Brahms y Bruckner. Desde 1870 tienen una sede propia: el imponente Musikverein. Una historia en la que también hay claroscuros, como su vínculo con el nazismo y la lenta apertura a incluir mujeres en sus filas y en el podio (ver nota relacionada).

"Es una orquesta rara", sentencia a Artes y Letras -en un contacto telefónico- Jesús Ruiz Mantilla, periodista y crítico del diario español El País. Autor de numerosos libros, entre otros de "Yo, Farinelli, el capón", Ruiz Mantilla recientemente cubrió la conferencia de prensa que dio el director venezolano Gustavo Dudamel en Madrid, en el inicio de la gira internacional que está emprendiendo la Filarmónica de Viena y que la traerá por primera vez a Chile el 8 de marzo, en uno de los puntos estelares de ese mes y de la temporada 2018 del Municipal de Santiago. Añade que este conjunto no tiene director titular: los instrumentistas eligen con quién quieren trabajar, dependiendo de cada programa. "También hay un representante o presidente, una especie de líder, que es escogido por los propios miembros de la orquesta". El periodista advierte que "son democráticos a su manera, porque es una de las escasas agrupaciones que aún no ha hecho un viraje formal hacia la modernidad. Es una orquesta antigua, desde diversos puntos de vista. En sus filas hay una suerte de homogeneidad austro-alemana. Es muy poco cosmopolita".

Ruiz Mantilla considera que, dentro de este contexto, tiene gran mérito que los músicos vieneses mantengan una relación con Gustavo Dudamel, la gran estrella visible del Sistema venezolano. "Uno pensaría que miran con desprecio a un director que no es de su continente, que no proviene de la tradición europea. Pero no. A sus 35 años, Dudamel los ha dirigido en más de 100 conciertos. Dentro de lo que significa la Filarmónica de Viena -un ente chapado a la antigua- es muy llamativo que acepten trabajar con este conductor. Para mí hay una clave: en los últimos años han visto una necesidad de futuro, de abrir fronteras, de llegar a América Latina, y qué mejor que entrar a este continente de la mano de Dudamel. Es una jugada interesante".

Las mejores cuerdas del mundo

El periodista también valora el sonido tan particular de esta agrupación. "Muy limpio, cristalino y trabajadísimo. Es un sonido muy auténtico y hay coincidencia en que sus cuerdas están dentro de las mejores del mundo".

El musicólogo José Manuel Izquierdo König añade a Artes y Letras que no solo es una de las agrupaciones más antiguas, "sino que también más conservadoras del mundo musical europeo. Una de sus grandes virtudes es que, en un mundo cada vez más estandarizado por la industria discográfica, esta orquesta funciona mucho más como una tradición cultural; se ocupan instrumentos propios, que le dan continuidad a su sonido, conservan prácticas, ¡y una sala! del siglo XIX, y su herencia es el sonido de quienes la dirigieron en el pasado: Brahms, Bruckner, Mahler, etc. Es, innegablemente, la orquesta con el sonido más auténticamente propio, y lo defienden con una fuerza que hoy puede parecer un poco extraña".

Izquierdo König considera que la Filarmónica de Viena, tan reacia al cambio, parece encontrar sus mejores puntos justamente en los repertorios que está presentando en el marco de esta gira que la traerá a Chile (en la página Municipal.cl se anuncia que ejecutará la Primera Sinfonía, Variaciones sobre un tema de Haydn y la Obertura académica, Op. 80 de Brahms). Es decir, "mezclando obras que le son profundamente afines (y que probablemente saben hacer mejor que nadie), con miradas nuevas en la interpretación de su continuo desfile de grandes estrellas de la batuta (pues, probablemente todo director sabe que dirigir la Filarmónica de Viena es el peak de su carrera), y aquí esa mezcla de lo nuevo y lo viejo no puede estar mejor representada que por Gustavo Dudamel".

Es sabido que el conjunto vienés utiliza variantes instrumentales locales para el oboe, la trompa, el clarinete, la trompeta y el fagot. Incluso el timbal dispone de una membrana de piel de cabra en lugar de la habitual plástica. "Son diferencias autóctonas que añaden pequeños detalles al sonido de nuestra orquesta y que vienen del pasado", comentó en una entrevista reciente Andreas Großbauer (1974), presidente y violinista de la Filarmónica de Viena.

"Yo no los dirijo, hago música junto con ellos"

Paolo Bortolameolli, director asistente de la Filarmónica de Los Angeles, cuya batuta titular es Dudamel, profundiza en torno al sonido vienés. El músico chileno afirma que estamos hablando de una orquesta que -hasta el día de hoy- es reconocida por su sonido. "Mucho se ha escrito al respecto. El 'porqué' y 'cómo' suena esta orquesta. Con un sonido rico, cálido pero a la vez grandioso. La verdad es que son la suma de muchas cosas. Es una combinación entre tradición y estilo de tocar y su preferencia por seguir tocando con instrumentos de larga historia que resultan difíciles de encontrar en otras orquestas fuera de Austria", dice el conductor, y explica que los cornos vieneses, por ejemplo, son de construcción distinta al común corno francés que se utiliza hoy en día en todas las orquestas, y de ahí "su sonido particular, potente pero con un volumen que se mezcla perfectamente con el resto de la orquesta".

Bortolameolli advierte que la forma de tocar se relaciona con una escuela que se traspasa de generación en generación, a través de los mismos profesores que mantienen esa línea. "Como ejemplo de esta tradición está la particular forma de hacer vibrato, o el manejo del arco o, incluso, el rubato (como esa famosa pequeña 'cojera' vienesa en los valses que los distingue inmediatamente de la interpretación de otra agrupación y que los hace únicos por incorporar esa sutileza. Esa coqueta duda en el ritmo). Por otra parte, el hecho de que no tengan director titular y que sean ellos quienes eligen a quien quieren que los dirija, ayuda a preservar las características de este sonido: no hay una persona que imponga o quiera influir diametralmente en este aspecto tan singular. De ahí que el gran Claudio Abbado dijo: 'Yo no los dirijo, hago música junto con ellos'", dice el conductor chileno.

Un hito: el concierto de año nuevo

Cada 1 de enero, millones de personas ven por televisión el Concierto de Año Nuevo: uno de los momentos más esperados para los amantes del vals. Los músicos de la Filarmónica de Viena escogen cada año al director que consideran capaz de abordar ese programa, y que también sepa imprimir la elegancia y clase del evento más importante para la sociedad vienesa.

"Finalmente, un componente muy especial de esta visita a Chile es el hecho de que vienen de la mano de Gustavo Dudamel, sin duda de las batutas más importantes del mundo y quien hizo historia con ellos hace dos años, al convertirse en el director más joven en dirigir el célebre Concierto de Año Nuevo. Hay una linda relación entre Gustavo y ellos. Lo aprecian y quieren mucho y se ve que es un goce mutuo. Será una noche inolvidable en Santiago", remata Bortolameolli.

Germán Reyes Busch, destacado melómano chileno y colaborador-editor del Foro Mahler en español, también profundiza en la particular paleta sonora del conjunto: "Tiene un sonido colorido, no necesariamente perfecto, con una cuerda muy empastada, que contrasta con metales de pronto algo rústicos. Se suma a esto un particular modo de frasear muy manifiesto en el repertorio liviano: ninguna orquesta es capaz de 'rubatear' como la Filarmónica de Viena (me gusta la traducción literal de rubato , es decir, robar. Un robo de tiempo que hace que unas notas se estiren o se acorten intentando mantener la arquitectura de la frase). Este carácter algo caprichoso ha hecho que algunos directores la califiquen de una orquesta con sonido femenino, lo que es ciertamente una contradicción en una orquesta tildada de machista".

Reyes Busch añade que si le hicieran elegir un solo registro fonográfico que pueda dar cuenta exacta de cómo suena la Filarmónica de Viena, "elegiría la Novena de Bruckner, dirigida por Carlo Maria Giulini: un alarde de belleza, potencia y profundidad conceptual servida por una toma sonora a la altura de las circunstancias".

Para este experto, mención aparte es el legado en video de los vieneses. "Sin duda, los registros de Leonard Bernstein, con sus ciclos Schumann, Brahms, Beethoven y gran parte de las sinfonías de Mahler, nos muestran una orquesta con ciertas particularidades: una plantilla en ese entonces exclusivamente masculina (no ha cambiado mucho en este sentido) y que siempre aparece con un máximo de ocho contrabajos que se suelen ubicar al fondo de la sala del Musikverein. Particularmente, el ciclo Beethoven tuvo una repercusión mundial. Recuerdo que en Chile fue todo un acontecimiento cuando se transmitió por televisión. Existen otros testimonios visuales históricos dirigidos por George Szell, Knappertsbusch, Kubelik, entre otros. Gracias a Dios, el legado de esta agrupación es casi inagotable", puntualiza Germán Reyes.

Rodolfo Fischer -reconocido director chileno radicado en Basilea- rememora, con emoción, la primera vez que escuchó en vivo a la Filarmónica de Viena. Ocurrió durante la última gira de Karajan a los Estados Unidos, el 28 de febrero de 1989. "Como buen estudiante, había tratado de comprar entradas en el Carnegie Hall para la Octava Sinfonía de Bruckner, pero estaba todo vendido. Conseguí ir a ver un programa menos interesante para mí con la Inconclusa de Schubert y unos walzes . Fue tal el impacto al escuchar los primeros sonidos de la Inconclusa que me brotaron las lágrimas. Quedé literalmente en estado de shock y al salir del concierto, vi a unos revendedores de entradas para el día siguiente. Por suerte, me tocó uno honesto que no me cobró demasiado".

Fischer remata que, al día siguiente, asistió a una Octava de Bruckner "memorable, no solo por la infinita belleza de la interpretación, sino por tratarse de un momento histórico. Dos titanes (la Filarmónica y Karajan) se encontraban por última vez, pudiendo observar a los músicos que prácticamente no se movían de sus sillas, emocionados por lo que acababa de ocurrir en la sala".

Nazismo y misoginia

En 2013 -en una noticia que generó impacto mundial- la Filarmónica de Viena reconoció sus vínculos con el nacional socialismo y Hitler: "La toma de conciencia de lo que fue el régimen nazi demoró muchos años, pero finalmente vino a través de una reforma interna, en la cual se transparentaron estos capítulos. Hay que recordar que en 1945, más de la mitad de la orquesta era miembro del partido nazi. Uno de los eventos más crueles ocurrió en pleno ensayo, cuando expulsaron a 16 colegas judíos, seis de los cuales murieron en los campos de concentración", advierte el director chileno Rodolfo Fischer.

La escasa presencia de mujeres en sus filas y en el podio también ha sido un tema polémico para esta agrupación vienesa. Las instrumentistas recién pudieron ingresar en 1997. Actualmente, cerca de un 10 % de sus integrantes son mujeres: la pionera fue la arpista Anna Lelkes. También pocas han tomado la batuta de la Filarmónica de Viena. Simone Young fue la primera en hacerlo, en 2005.

Programarse
Orquesta Filarmónica de Viena
Dirigida por Gustavo Dudamel
Municipal de Santiago
8 de marzo, a las 19:00 horas
Para localidades consultar en Municipal.cl

 Municipal de Santiago: "Toda la carne a la parrilla" en marzo

Se anuncia como una "supersemana" para el Municipal de Santiago. El 6 y 7 de marzo , la Orquesta Filarmónica de Santiago abrirá oficialmente la temporada 2018 con su director titular Konstantin Chudovsky. El programa incluirá, entre otras piezas, el Concierto N° 2 para piano y orquesta, Op. 18 de Rachmaninov, con el destacado pianista chileno radicado en Alemania Alfredo Perl . El jueves 8 de marzo será el turno de la Filarmónica de Viena (las entradas están prácticamente agotadas, solo quedan algunas localidades de $128.000 y $97.000). El viernes 9 , esta vez en solitario, Alfredo Perl abrirá el Ciclo Grandes Pianistas, y el sábado 10 tendrá lugar el debut en el Teatro de Agustinas de una prestigiosa estrella de violín: Maxim Vengerov (1974), quien ya se presentó con elogiosas críticas en Frutillar, en 2015.

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