domingo, enero 21, 2018

Éxito de vinilos hechos en Chile demuestra el auge y vigencia del formato

Actualmente la fábrica se encarga del prensado de los discos, aunque la fabricación del máster y de la matriz siguen haciéndose en el extranjero.
El Mercurio

Libre Records, la primera fábrica nacional en trabajar estos productos en cerca de 30 años, pretende que también sea una posibilidad para las bandas emergentes.

Por Raimundo Flores S.

El auge del vinilo es un fenómeno que se ha expandido por todo el mundo y que en Chile ha tenido sus propias consecuencias. Junto con el aumento de tiendas y artistas que trabajan el formato, el año pasado también comenzó a funcionar Libre Records, en La Reina, la primera fábrica en cerca de 30 años en producir long plays en territorio nacional.

En 2017, en un período que sus dueños califican como "marcha blanca", editaron 16 títulos entre los que hubo lanzamientos y también reediciones de trabajos antiguos, como "Panal", de Nicole, o "Pop Cebolla", de Los Vásquez.

Actualmente la fábrica se encarga del prensado de los discos, aunque la fabricación del máster y de la matriz siguen haciéndose en el extranjero. Esta externalización terminaría el segundo semestre de este año, cuando la fábrica también comience a hacerse cargo de esos procesos.

"Los artistas se enorgullecen de que el disco sea hecho en Chile", dice Patricio Gómez, gerente comercial de Libre Records, sobre las ventajas de la producción nacional de vinilos que también incluye costos más bajos para los artistas y que ellos mismos puedan chequear personalmente el proceso de fabricación. Además, si un disco de vinilo demora entre 4 y 6 meses en fabricarse en el extranjero, en Chile este tiempo se reduce a dos meses.

"Es muy extraño que hoy un grupo lance un disco sin estar pensando en editarlo en vinilo", plantea Diego Ili, gerente general de la empresa, al hablar de la necesidad de que se fabriquen en Chile. Más que una moda pasajera, Ili piensa que el vinilo volvió para quedarse, al traer de vuelta una experiencia que se perdió con lo digital: "En el fondo es la experiencia de escuchar discos, de tener el arte, de coleccionar, de identificarse físicamente con un producto emocional. El poder escuchar la música como el artista lo quiere, en el orden que él quiere, en un espacio íntimo en tu casa, se perdió con la portabilidad de la música".

Con el afán de que la posibilidad de editar en vinilo exista también para las bandas más emergentes, la fábrica acepta pedidos desde 150 unidades con un valor de $9 mil cada una, aunque los precios van bajando para órdenes más amplias, llegando a los $4.140 sobre las mil unidades.

Desde Libre Records, aseguran que ya tienen varios proyectos en carpeta para editar durante este año. Entre ellos, reediciones de Colombina Parra, Dënver y Prehistóricos. Además, aseguran estar en conversaciones con Perú, Colombia y Venezuela para ver la posibilidad de recibir pedidos desde esos países.

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