miércoles, diciembre 27, 2017

Nicanor Parra da tregua de Navidad a quienes aún no devuelven sus manuscritos

El Mercurio

El próximo martes, el abogado Luis Valentín Ferrada se reunirá con el antipoeta para iniciar las acciones legales. Aquí, además, habla su hija Colombina Parra.  

Por María Teresa Cárdenas M. 

A sus 103 años, Nicanor Parra está exultante. Tras constatar la pérdida de algunos cuadernos, manuscritos e incluso originales de sus llamados "discursos de sobremesa" -como lo informamos hace una semana en estas páginas-, se ha generado una vertiginosa actividad para reunir todos los fragmentos dispersos de su obra. Con este fin, un equipo de profesionales de la UC, liderados por Emilio de la Cerda, director de la Escuela de Arquitectura, avanza en la realización del inventario que le encargó el propio Nicanor y que, precisamente, permitió confirmar estas desapariciones. Y si bien la familia debió enfrentar la dolorosa realidad de que esos documentos habían sido sustraídos durante años por el hijo menor del antipoeta -hoy en México- y por personas que se encontraban en el entorno de este, ahora toda la atención está centrada en recuperar lo perdido.

Por lo mismo, el fin de semana Nicanor dictó a su hija Colombina lo siguiente: "Yo, Nicanor Parra, declaro públicamente nunca haber comercializado mis manuscritos (cuadernos, papeles, bandejas). Apoyo al Tololo en la recuperación de todos mis documentos extraviados". Solo la firma, perfectamente reconocible, revela el temblor de la edad. Pero su ánimo está íntegro. Y tal como en 2012 le encomendó recibir el Premio Cervantes, ahora ha designado a su nieto Cristóbal Ugarte, el Tololo, a la cabeza de este proceso de restitución que se ha convertido prácticamente en un imperativo moral.

Muchos lo han entendido de esa manera, y así se han recuperado ocho cuadernos, cuatro bandejas -hoy entregarían cuatro más- y otros manuscritos durante la primera instancia de la estrategia diseñada por el abogado Luis Valentín Ferrada y que considera la devolución de manera anónima y sin acciones legales en contra. Lo que, además, queda estipulado en una nota firmada por ambas partes.

Una excepción al anonimato es el caso de Constanza Franz, quien, al haber sido aludida en este diario, exigió que también se informara que ya había devuelto los tres cuadernos que tenía en su poder.

Sobre esta primera instancia, Ferrada señala: "El resultado ha sido parcialmente exitoso; se ha obtenido la recuperación de un número importante de documentos, pero aún está lejos de dar satisfacción al propósito que se persigue. Ahora, durante este mismo tiempo, y esto es muy importante, el éxito también ha consistido en que ya tenemos una lista bastante completa de las personas, con nombre y apellido, que son poseedoras de estas cosas y de quienes esperamos que devuelvan dentro del plazo de dos semanas que nos habíamos fijado". El plazo, explica, es "porque Nicanor no quiso llevar este asunto a la justicia antes de Navidad".

-¿Cómo llegaron a esa lista?

"De distintas formas. Primero, porque quienes devolvieron entregaron antecedentes de cómo los habían adquirido o cómo habían llegado a sus manos. También porque algunas personas, cosa bien curiosa, han hecho declaraciones en la prensa, sosteniendo ser dueños de cantidades importantes de estos mismos documentos. Tenemos una lista muy importante de gente que se mueve en todos los cócteles sociales y en los principales ambientes del país. No estamos hablando aquí de que compran droga en la población La Legua. Esto constituye al día de hoy, y desde hace un tiempo, un mercado, y no cualquiera. Compran y venden, ni siquiera son compradores finales".

Ferrada no quiere dar nombres por el momento, aunque admite que han tomado contacto con algunas personas que se han negado a devolver. Asimismo, adelanta que el próximo martes visitará a Nicanor Parra en Las Cruces para decidir las próximas acciones, y agrega que el antipoeta está muy contento por todo esto que se ha generado y que le dijo: "Esta recuperación es como volver a tener confianza en uno mismo".

Después de esa reunión se iniciará la segunda etapa: "Viene la presentación de las querellas -enfatiza Ferrada-. Teniendo la lista, pienso que la labor de la policía de investigaciones va a ser corta, porque ellos van a saber muy bien a dónde dirigirse. Se va a pedir la incautación de todo ese material y después discutiremos cómo lo adquirieron, quién dice haberlo vendido".

Acerca de la posibilidad de que esos materiales ya estén saliendo del país, afirma: "Eso sería un doble crimen, porque al crimen propio de adquirir cosas ajenas se añadiría el crimen de restarle al país la posibilidad de contarlo dentro de su patrimonio".

-Con estos antecedentes va a ser más difícil vender, pero pueden esconderlos.

"Para que el delito no se configure en algún momento, tendrían que esconderlos a perpetuidad. Es decir, la investigación va a permitir que toda esta documentación quede fuera del mercado".

Y concluye:

"Hay que entender que no es solo a Nicanor a quien se le han robado estas cosas. En definitiva, es al patrimonio nacional. Por eso es que yo hago un último llamado a la cordura, para que quienes han sido renuentes a devolver comprendan que, el no hacerlo, el no aprovechar esta oportunidad, será más perjudicial para ellos".

 Colombina Parra: "Los cuadernos son su disco duro"

"Mi padre inventó una fórmula que todos quieren tener. Dedicado toda su vida a la física teórica, no podía no dar como resultado una ecuación así de explosiva como lo es la antipoesía. Una fórmula que no se traduce en un objeto sino que opera en otro territorio: en el mundo de las ideas. Y el efecto de la antipoesía ha llegado a tal nivel de importancia, que hay gente que se las ha arreglado para tener un pedazo de ella como sea, incluso aprovechándose de las circunstancias.

Si lo miramos desde una perspectiva positiva, podemos decir que el trabajo de mi padre está más que logrado. Llegar a que lo que él creó con un lápiz y un papel se transforme en algo que la comunidad necesita a gritos es un buen síntoma de que su trabajo traspasó todas las fronteras.

Pero en este caso traspasó las de su propia decisión, ya que se trata de un material inédito. Siempre ha decidido él qué es lo que publica y qué no, en eso siempre ha sido muy riguroso y le da mil vueltas a un texto antes de darle su aprobación. Este material que gente ha comprado se trata justamente de borradores donde él trabaja sus ideas. Es un material de trabajo en el que borra, reescribe, tacha, vuelve a reescribir. Bosquejos verbales que son el esqueleto de algo que está formándose. Él no trabaja con un solo cuaderno... él trabaja hacia adelante y hacia atrás y consulta todo el tiempo diferentes cuadernos. Los revisa, los relee, tacha, vuelve a un texto que escribió hace 40 años y le da un nuevo disparo con una nueva palabra. Él no trabaja de manera lineal. Salta de un año a otro y puede retomar una idea en la que estaba hace muchos años. Sus cuadernos son su disco duro.

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