viernes, agosto 04, 2017

David del Pino Klinge celebra 40 años de trayectoria

El Mercurio

En los últimos 25 años , el músico nacido en Lima ha sido una figura fundamental de nuestra escena. Además de haber sido clave en la excelencia artística de la Sinfónica y la Orquesta Usach, fue un pionero formando directores.  

Romina de la Sotta Donoso 

Es casi imposible imaginar que la Orquesta Sinfónica de Chile fuera lo que hoy ha llegado a ser sin el influjo perfeccionador que le impuso David del Pino Klinge, durante su período como director titular. Entre 2001 y 2006, él amplió significativamente el repertorio, programando obras clave que la orquesta nunca había tocado, estrenando unas 90 obras chilenas, haciendo la recordada "Temporada del descubrimiento", con jóvenes talentos ganadores de concursos e inaugurando la Colección Bicentenario de la Música Sinfónica Chilena, con tres discos de impecable calidad artística. El remate quizás fue la exitosa gira que hicieron en 2004 por Alemania.

Algo esencial fue que Del Pino le dio voz y voto a la Sinfónica. "Es cierto que trabajamos en conjunto para programar cada temporada, y el resultado fue siempre muy bueno, porque el proceso mismo hace madurar a la orquesta y porque de este modo hay más posibilidades de acertar", comenta.
No menos relevante fue su trabajo con la Orquesta Usach. A partir de 2009 y en solo tres años, tomó su gran material humano y musical y lo convirtió en un conjunto 100% profesional.

- ¿Está consciente de que dejó a ambas orquestas funcionando muy bien en lo técnico?
"Bueno, siempre hay trabajo técnico. Ninguna orquesta, ni la Filarmónica de Berlín, es perfecta. Pero sí es cierto que las orquestas fueron quedando a un nivel que podían asumir con menos temor el nuevo repertorio, y además, tocando con esa belleza que viene del dominio".

- ¿Solo le gustan los desafíos grandes, sin importar poder lucir los logros?
"Bueno, sí. Aunque tuvimos gran lucimiento artístico con las dos orquestas; públicos tan importantes como el de Düsseldorf, Colonia y Berlín aplaudieron con entusiasmo a la Sinfónica en nuestra gira. No digo que me aburra dirigir una orquesta que tenga el 80% todo listo, pero es mucho más desafiante, y por lo tanto, energizante para mí, el poder participar en una transformación de la estructura de la casa, no solamente en la decoración".

Otros cuarenta

Actualmente, Del Pino es titular de la Sinfónica de Rosario, y entre 1992 y 2007 fue en dos períodos titular de la Sinfónica Nacional de Georgia. Sus 40 años de trayectoria ya los celebró con la Filarmónica de Montevideo y la Sinfónica Nacional de Lima, y en unas semanas lo hará con la Sinfónica de Mendoza.

El próximo miércoles será el turno de la Orquesta Usach, agrupación que lo invita todos los años. Abordarán una de las especialidades -y pasiones- del director: el Impresionismo francés. Tocarán "Petite Suite", de Debussy; "Pavana", de Fauré, y "Mi madre la oca", de Ravel. Además, estrenarán "Biobío", Concierto para trompeta de Guillermo Rifo, con el solista Claudio Anais (Aula Magna Usach, 19:00 horas, gratis).

-Usted fue el primero que se atrevió en Chile a dictar un curso de dirección orquestal, en la Universidad de Chile, y estuvo a cargo entre 2001 y 2013. ¿Fue muy difícil concretarlo?
"Para nada. El primer mérito es de los miembros de la orquesta y los profesores como Luis Orlandini, que me lo pidieron. Lo que yo aporté fue la parte pedagógica, y siempre me sentí muy apoyado. La verdad es que me considero a mí mismo un profesor de dirección de orquesta, que además dirige".

Con él estudiaron Víctor Hugo Toro, hoy titular en Campinas; Paolo Bortolameolli, recién elegido asistente en Los Angeles, Estados Unidos, y Francisco Núñez, titular en La Serena, entre otros. También ha tenido alumnos de Georgia, Argentina y Perú.

"Con este gran grupo de alumnos que tuve en Chile nos vamos a reunir el lunes para festejar. Es lindo ver que después de tantos años vas dejando no solo amigos, sino muchos alumnos. Estos 40 años sirven para darte cuenta de que sabes muy poco. Qué pena que no va a haber otros 40 para seguir aprendiendo", comenta el músico nacido en Lima y nacionalizado chileno.

-¿Qué lugar ha ocupado Chile en su carrera?
"Matemáticamente podría ser un cuarto de mi carrera (ríe), y hay que sumarle todos los años que he venido como invitado. Pero artísticamente Chile representa mucho más para mí".


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