viernes, julio 14, 2017

Entusiastas voluntarios rescatan la Lira Popular

El Mercurio

Mañana se juntan en la Biblioteca Nacional.
Los "diarios de cordel" tuvieron un renacer en los años 50, cuando circuló una valiosa colección que hoy está siendo transcrita, palabra por palabra, para subirla a la web.

Romina de la Sotta Donoso

No se conocen entre ellos, pero todos llegan temprano en la mañana a la Biblioteca Nacional. Todos dispuestos a trabajar gratuitamente durante cuatro horas transcribiendo, palabra por palabra, las décimas que fueron publicadas, en los años 50, en el suplemento "Lira Popular".

Esta "Liratón" se está realizando todos los sábados de julio con apoyo del Centro Nacional de Patrimonio Inmaterial. "El primer día esperábamos unas diez personas y llegaron 20. Trabajaron bien y se entretuvieron muchísimo, porque ¡pucha que son entretenidos estos versos!", dice el investigador Humberto Olea, líder del rescate.

Y cuando dice "verso", se refiere a la unidad creativa de esta tradición, conformada por una serie de décimas o cuartetas, o una combinación de ambas. "Se interesó hasta un ingeniero comercial. Y el que me encantó fue un conserje, que tiene ganas de transcribir en sus turnos de noche", agrega Olea.
En los meses que el investigador lleva trabajando en este proyecto, ya se han sumado unos 30 voluntarios: "La mayoría son universitarios que tienen conocimiento de esto, lo que sirve para comprenderlos y respetar el lenguaje de las liras, y no tentarse con hacer correcciones".

Incluso, tienen un "salón de la fama": Felipe Valdés y Pablo Méndez están empatados con 80 versos transcritos cada uno.

La Lira Popular recuperó, entre 1952 y 1957, la tradición de los "diarios de cordel", de fines del siglo XIX e inicios del XX, que la Unesco declaró "Memoria del mundo". Diego Muñoz, Inés Valenzuela y Águeda Zamorano, sus directores, fueron los encargados de recopilar y encargar versos para que cada sábado circulara esta publicación de una hoja tamaño Mercurio, que incluía a seis autores por página, es decir, unas 30 décimas completas.

Valenzuela, además, le facilitó la colección a Olea para este rescate. "Es urgente digitalizar estos documentos. No se puede trabajar con los impresos originales; están en muy mal estado. Se rompen al tomarlos, pues el papel de diario de esos años era de muy mala calidad", asegura Olea.

"Transcribir cada página toma entre dos y tres horas. Llevamos transcritas 60 liras, es decir, unos 500 versos. La mayoría son décimas glosadas, una forma mucho más larga y compleja que la que se practica hoy en día", explica Olea. "Ya terminamos con el año 1952, e identificamos a 111 autores solo en ese período", cuenta. Los versos ya están disponibles en Lirapopular.cl, sitio que cuenta con un motor de búsqueda que permite consultas por autor, palabra y estilo.

En la colección de los años 50 está presente todo tipo de temáticas. "Mientras en las liras antiguas normalmente hay quejas por los abusos de los patrones, acá se dice vamos a solucionar esto organizándonos y creando un mundo mejor. Además de versos políticos, hay también versos religiosos, cómicos, de amor y nostálgicos. Había gran libertad editorial. ¡En los años que circuló con El Siglo, aparecen incluso varios versos a lo divino!", cierra Olea.

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