martes, julio 18, 2017

Daniel Melero: "No me gusta el Cirque du Soleil aunque sea de Soda. No creo que la visión sobre la música de Soda Stereo sea acrobática"

El Mercurio

El músico bonaerense habla sobre el espectáculo "Sép7imo Día" del Cirque du Soleil, los veinticinco años de "Dynamo" y su nuevo disco "Cristales de Tiempo".  

Bárbara Alcántara 

Locuaz, certero e indómito. Prolífico como pocos. Daniel Melero (59) carga con dieciocho discos en el cuerpo y es responsable de la producción de más de trescientos. Famoso por su apodo, "el Brian Eno argentino", llevó a Gustavo Cerati a dar vueltas por el universo electrónico en la colaboración "Colores Santos" (1992). Sus caminos sonoros están ligados a la electrónica, el  ambient , rock, pop y hasta el bossanova. Todo marcado por letras conceptuales e irónicas que lo han convertido en una de las figuras remarcables del rock trasandino. Cuando todos enloquecían con el punk rock ochentero, él se dejaba abrazar por los sintetizadores. Luego, a fines de los noventa, la rendición ante la música de máquinas era total y él, cual crooner, publicaba un disco de piano. Eternamente ubicado un paso adelante y en la vereda de enfrente.

La participación del creador de "Travesti" (1994) fue fundamental en la carrera de Soda Stereo. Tomó las decisiones finales en emblemas del catálogo del trío, como lo fueron "Canción Animal" (1990), "Rex Mix" (1991) y "Dynamo", cuyo lanzamiento fue en octubre de 1992. Hace veinticinco años, aquellas atmósferas acuosas, ásperas capas de sonido junto con guitarras sicodélicas y ruidosas fueron incomprendidas. La promoción fue tibiona y no pasó más allá de la programación de "Primavera 0" en las radios. La pandilla de "La Ciudad de la Furia" se había dejado influenciar por agrupaciones tales como My Bloody Valentine, Sonic Youth, Ride y Slowdive. "Cuando salió, todo el mundo dijo que era 'fulero'. A la crítica no le gustó y yo pasé a ser el Yoko Ono de la banda, como si Yoko fuera mala", asegura el porteño. Así, desganados y tediosos, fueron los primeros pasos de un disco pionero al incorporar sonidos del shoegazing . Una pieza que se convirtió en álbum de culto de una de las agrupaciones más importantes del continente.

"Cuando recién lo hicimos, no me gustaba nada", reconoce el autor de "Trátame suavemente" y luego explica que "después de haber estado componiendo temas, mi padre falleció. Aparte, ellos estaban por firmar un contrato con otra compañía y se hablaba mucho de eso en el estudio. Lo que interrumpía la inspiración por la posición de cada uno. Llegó un momento en que yo pedí irme, les iba a devolver el dinero que me habían dado por anticipado y también se negaron a que eso sucediera. Gustavo, personalmente, me pidió que le diese mi opinión sobre las mezclas y que corrigiese lo que me parecía que no era adecuado. Lo hice en honor a la amistad que nos une. No corregí casi nada porque me pareció que estaba perfecto aunque no era de mi gusto".

-¿Y lo ha vuelto a escuchar?
"Hace tres meses lo hice y me pareció espectacular. Yo trato de pasarla bien en el estudio, sin embargo 'Dynamo' demuestra que pasándola mal puedes llegar a hacer un disco muy interesante. Ahora sentí el impacto de esos tipos haciendo esa música. Ya no veo los problemas, sino sus virtudes".

-Pero siempre has dicho que "Canción Animal" es tu favorito.
"Después de haberme reconciliado con 'Dynamo', creo que podría llamar 'mi favorito' a todo lo que vivimos juntos".

Lejos del circo

Dada su cercanía a Cerati y Soda, la voz de Melero se ha vuelto una referencia obligada a la hora de hablar de la banda argentina, la que vuelve a estar en boga por estos días con el estreno en Chile del esperado nuevo show de Cirque du Soleil, "Sép7imo Día - No Descansaré", inspirado en la música e historia de Soda Stereo, que debuta el próximo miércoles en el Movistar Arena. Con más de setenta funciones en el Luna Park de Buenos Aires, el homenaje a Cerati y compañía tuvo su puntapié inicial en marzo de este año.

Consultado sobre si fue a verlo, Melero es claro al decir "no, no fui". Siempre polémico, el autor de "Trátame suavemente" agrega que "para empezar no me gusta el Cirque du Soleil aunque sea de Soda. Si los acróbatas cayeran de cabeza me gustaría más. No creo que la visión sobre la música de Soda Stereo sea acrobática".

-¿Cree que a Gustavo Cerati le hubiera gustado?
"No. Yo no voy a responder por él".

-Pero tengo entendido que fue a un ensayo...
"Fui solo a firmar papeles, debido a que soy autor de varios temas que se utilizan".

Huérfano de Bowie

En 1982, Melero configura la primera agrupación de pop electrónico trasandino, Los Encargados. Después de concebir tres discos de los cuales solo publicaron el tercero, "Silencio" (1986), el hombre de los sintetizadores inició un largo recorrido como productor. Trabajó con Babasónicos, Todos Tus Muertos y Los Brujos, además de liderar "Teledirigido" (1998), el debut de los chilenos Canal Magdalena. Hoy, a pesar de editar prácticamente un disco por año, continúa la ruta de la producción. Detalla que en la actualidad se siente atraído musicalmente por la banda sonora en la que trabaja Diego Tuñón, tecladista de Babasónicos. "Es para una película sobre Marcel Duchamp y sus tiempos en Buenos Aires", explica, y luego destaca "admiro a Duchamp profundamente".

-¿Y qué chilenos le han dado revelaciones últimamente?
"Mika Martini me llamó la atención, además de Joaquín Contreras alias Quim Font. Mucho más no te puedo contar. Conocí más la escena de los noventa".

-¿Y a quién más admira?
"A David Bowie. Soy un huérfano de Bowie. Si vos me decís, ¿qué disco te llevas a una isla desierta? 'Low'".

 Un viaje por el Polo Sur

La célebre expedición del irlandés Ernest Shackleton al Polo Sur en 1914 fue la piedra fundacional de "Cristales de Tiempo". Sin fecha de lanzamiento definida, el nuevo material debería publicarse dentro de un mes aproximadamente. "La fecha se fue corriendo debido a mi 'inconducta'", cuenta entre risas. "Jamás me había atrasado tanto. Me rendí ante el disco. Fue muy atrapante".

El creador de "Travesti" (1994) se explayó sobre esta nueva experiencia. "En algunos álbumes prefiero ir con un plan. En este caso, no sabía bien a dónde quería llegar y eso se refleja de una manera muy grata. No saber el por qué, ni el sentido, y sin embargo encontrarlo en el camino".

-¿Por qué se basa en la expedición de Shackleton?
"Es que supuestamente él publicó un pequeño aviso en el que se buscaba gente dispuesta a hacer un viaje peligroso. Tal vez sin posibilidad de regresar. Estando ya en la mitad del proceso me enteré de que eso era falso. Una de las típicas informaciones que con los años se convierten en realidades. El famoso aviso nunca existió, pero a mí me inspiró grandemente cuando creía que era realidad y cuando me enteré que no, mucho más".

-Y el sonido, ¿por dónde va?
"No es ambient . Más bien es espacial, muy cósmico. Lo que pretendo es que se escuche con los ojos cerrados y no mirando una pantalla".

-A propósito de pantalla táctil, noté que tiene redes sociales...
"Sí, pero no sé ni el password de mi Twitter o Facebook. En general, las maneja Rodrigo, mi mánager. Mis redes sociales son más táctiles que cualquier pantalla. Se trata de cuerpos humanos".

-¿Nunca le interesó o le aburrieron?
"La palabra red social me suena terrible. Para mí, seguir gente es una actitud propia de un acosador. Si voy a hacerlo prefiero que sea en el mundo real".

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