domingo, marzo 19, 2017

Derechos de autor abren pugna entre industria hotelera y productores audiovisuales

El Mercurio

Una entidad gestora de derechos de autor ha entablado demandas en contra de diversos hoteles, buscando cobrar por la difusión que hace cada aparato de televisión que esté disponible en habitaciones y espacios comunes de dichos establecimientos. Pero el gremio hotelero rechaza esta pretensión. 


Diversos informes en derecho y varias acciones judiciales en tribunales son solo parte de una disputa que tiene enfrentados a parte de la industria hotelera con productores audiovisuales.

La razón de este impasse son los derechos que buscan cobrar estos productores por sus contenidos que se emiten en establecimientos hoteleros a través de los televisores, ya sea que estén en habitaciones o en espacios comunes de un hotel. A ojos de los reclamantes, esta difusión de contenidos tiene un carácter público y no es asimilable al consumo que se realiza en un hogar, de forma privada, por lo que deben pagar derechos. Visión que por cierto es totalmente rechazada por cadenas hoteleras que han sido demandadas.

Los derechos esgrimidos abarcan las producciones de cortometrajes, largometrajes, documentales, series, teleseries y dibujos animados, que asegura representar Egeda, Entidad de Gestión Colectiva de Derechos de Productores Audiovisuales .

Amparándose en la ley de Propiedad Intelectual, lo que busca Egeda es un pago por la difusión pública de un repertorio de obras audiovisuales nacionales e internacionales, y que se transmiten por televisión, independientemente de que el hotel haya contratado televisión de pago para recibir la señal.
Esto, porque en la visión de Egeda los hoteles son establecimientos abiertos al público -hay huéspedes que rotan- y realizan una actividad comercial pagada, con lucro, y no doméstica o de consumo privado. Dado lo anterior, la entidad asume que los establecimientos hoteleros deben pagarles a los productores creadores de estas obras audiovisuales emitidas, por concepto de licencia o autorización, explica el director gerente de la entidad en Chile, Alberto Muñiz.

El tema prendió las alertas en la Asociación de Empresarios Hoteleros de Chile, que rechaza de plano estas pretensiones, gremio que tomó cartas en el asunto. Encargaron informes en derecho, trabajan con la asesoría del abogado Martín del Río y "monitorea los juicios contra hoteles", reconocen el presidente de la Asociación, Andrés Fuenzalida, y el mencionado abogado. Su juicio al respecto es tajante: "No es procedente el cobro a los hoteles", dicen.

Estiman que los pasajeros que ven televisión en las habitaciones de los hoteles lo hacen como una decisión "intrínsecamente personal, individual y privada". "Nunca el hotel podrá hacer reproducción en las habitaciones, porque éstas en esencia son recintos privados. Tampoco estamos de acuerdo en lo que argumenta Egeda cuando dice que las habitaciones no son un espacio de uso privado. La jurisprudencia ya ha determinado no en una, sino que en varias oportunidades, que las habitaciones son un recinto privado", sentencian.

Al menos 11 juicios se entablaron en 2016

El gremio alude a fallos que resultaron favorables a hoteles como Ibis y Hyatt, "donde los tribunales señalaron expresamente que no hay comunicación pública en los hoteles, y, por lo tanto, no corresponde el pago a Egeda".

Claro que hay resultados dispares. El 9 de febrero, la Corte de Apelaciones de Santiago falló en contra de Egeda una causa de Accor Chile por el hotel Ibis Santiago, de Estación Central, en un fallo que confirmó la sentencia de primera instancia. La sentencia aludió a que "se trata de una comunicación asimilable a la de un núcleo familiar, en razón del ámbito privado o íntimo que reviste la habitación de un hotel (...) En las condiciones antes descritas, no es posible constatar que la demandada realice actos de comunicación pública", señala el escrito, que también dice que si no, el hotel "estaría pagando dos veces"
.
Rodrigo Lavados, abogado representante de Ibis, Radisson y Hyatt, explica que en estos dos últimos juicios, las sentencias están con resolución favorable definitiva. En el caso de Accor (Ibis), detalla que a pesar de que el hotel ganó el proceso en primera y segunda instancia, Egeda presentó un recurso de casación en la Corte Suprema.

Pero en otro caso, el del hotel Diego de Almagro, de Santiago Centro, una sentencia emitida el 22 de noviembre pasado por el 23 Juzgado Civil de Santiago dio la razón a Egeda, y el tribunal ordenó pagar la tarifa propuesta por los demandantes, en un fallo que consideró que, no obstante emitirse las señales en las habitaciones, "no puede considerárseles como un recinto privado", pues dado el giro del establecimiento, accede a él público general y presenta una rotación de pasajeros, "lo que lo transforma en una exhibición pública de material audiovisual que se encuentra protegido", dice parte de la sentencia, que en todo caso está apelada por el hotel.

"Si la Corte falla conforme a derecho, como esperamos, debiese ajustarse a la determinación de que la comunicación no es pública, no es que el hotel gane plata por transmitir estos contenidos. Este fallo genera absurdos jurídicos", señala Julián Dittus, abogado del hotel.

Según Lavados, la disparidad en los fallos no tiene que ver con vacíos legales, sino con una errónea interpretación de lo que se entiende como "comunicación pública".

Alberto Muñiz, de Egeda, anuncia que habrá nuevos juicios. "A mí no me va a detener en mi gestión que obtenga una sentencia mala, negativa. Esto lo han vivido todas las oficinas de Egeda en los otros países", dice Muñiz, quien agrega que en unos dos o tres meses llegarán a 30 a 40 juicios más. "Estamos defendiendo a nuestros productores", agrega. En efecto, solo el año pasado presentaron al menos otros 11 juicios que están en proceso en diversos juzgados, en contra de hoteles, como Rosa Agustina, de Olmué.

En este caso, la defensa del hotel cuestiona que Egeda nunca difundió la lista completa de piezas audiovisuales sobre las que tiene derechos. "Ellos presentaron una serie de artistas que están en su legítimo derecho de asociarse, pero no hay un registro del total; pueden ser tres, 50 o 150.000; eso no lo sabemos y afecta la legitimidad de ellos para poder demandar", dice Pedro Velasco, abogado defensor del hotel. Y añade que si el fallo les resulta negativo, apelarán en todas las instancias judiciales.

¿Hay retransmisión o no?

El ejecutivo de Egeda homologa el trabajo de esta gestora de derechos al que hace la SCD, con la diferencia -reconoce- que a la SCD la conocen, porque partió hace 20 años cobrando sus derechos. Pero recalca que hay otras entidades de gestión colectiva que son menos conocidas y que también tienen sus derechos de autor.

En el gremio hotelero, en cambio, explicitan dudas. "Como Asociación de empresarios hoteleros de Chile no estamos en desacuerdo que quienes tengan reales derechos autorales puedan cobrar por ello. Sí estamos en desacuerdo que producto de una desactualización legislativa y normativa sobre este particular, grupos relacionados con la creación de obras de arte busquen espacios ambiguos para generar pseudoderechos de cobro donde no los hay y que generen toda una argumentación confusa en búsqueda de su propósito", sostienen Fuenzalida y Del Río.

Su posición es que la autorización que tiene Egeda por parte del Ministerio de Educación "es para cobrar el derecho de retransmisión, cosa que no hacen los hoteles en ningún caso. Si hay un televisor en una pieza, decir que eso es retransmitir va contra la definición legal que está en la ley de derecho de autor. La retransmisión de señales la hacen solamente los canales de televisión, nadie más", sostienen.
Pero en Egeda no lo ven así y la demanda en contra del hotel Rosa Agustina aborda este tema. "La pretendida distinción entre retransmisión o redifusión no es más que una controversia semántica", dice un párrafo de dicha acción legal, el que termina señalando que la ley no asigna un nombre en particular, "sino que este acto queda comprendido en el concepto genérico de comunicación pública", dice esta demanda, en cuya carátula aparece como representante el abogado Pedro Aylwin -estudio Aylwin Mendoza Luksic Valencia- y patrocinada por Juan Enrique Puga, del estudio Puga IP.

"En los hoteles no efectuamos retransmisión, porque eso involucra una serie de elementos técnicos que consumidores finales no tenemos ninguna capacidad técnica de realizar. Los paquetes que compramos nosotros (a los operadores de televisión pagada) son cerrados. La gente entra a una habitación, sale de ella y queda en el ámbito privado, no podemos entrar a ver si la persona está viendo televisión", afirma Pedro Velasco.

La defensa del Hotel Diego de Almagro señala que en Chile los derechos de retransmisión no están reconocidos para piezas audiovisuales, sino solo para radiales. "Esta es una creación nueva de ellos, de un derecho que no está reconocido en Chile. Ellos pretenden el derecho de retransmisión, y en este país eso solo existe en materia de radiodifusión", dice Julián Dittus.

Tampoco hay acuerdo sobre si hay beneficio económico

El abogado Juan Enrique Puga, patrocinante de algunas de las demandas de Egeda, agrega otro argumento. Dice que contar con la exhibición de obras audiovisuales "genera al empresario hotelero una oferta de servicios más atractiva y de mayor valor agregado", y que para la obtención del sello de calidad que otorga Sernatur se requiere contar con este servicio de televisión abierta o cerrada, junto con otros servicios básicos. Sostiene que un empresario que tenga en explotación un espacio público no puede "beneficiarse comercialmente, mejorando sus servicios, sin una justa retribución al productor audiovisual".

Pero en el gremio hotelero estiman que no es efectivo que algo tan básico como el acceso a un televisor influya en tarifas o estrellas que los hoteles cobran. "Es como pretender argumentar que tener luz eléctrica en las habitaciones permitirá al hotel tener una categoría de estrellas superior y, por tanto, generar mayores ingresos. Es más, algunos establecimientos en propuestas de valor de alta gama optan por no instalar televisores en las habitaciones, y a pesar de ello cobran tarifas muy superiores al estándar", retrucan.

En Egeda aseguran que hay varios hoteles -en su mayoría, relacionados a cadenas internacionales- que han llegado a acuerdo. En el gremio hotelero dicen que "constituyen una absoluta minoría en relación a la oferta total de la industria". "Pareciera que Egeda pretende intimidar a toda la industria, donde hay hoteles muy pequeños, esgrimiendo que las grandes cadenas pagan, en circunstancias de que para esas grandes cadenas, este puede no ser un ítem de importancia", resaltan.

Para Rodrigo Lavados, los fallos favorables recibidos por los hoteles que representa podrían influir en los procesos futuros de otros hoteles. "Es posible que, a la luz de estos procedimientos, los hoteles que ya tienen acuerdos con Egeda puedan cambiar su conducta y tomar otra distinta. Eso (llegar a un acuerdo) no significa que la entidad tenga razón, los hoteles lo hacen para sacarse un problema de encima", estima.

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