lunes, junio 02, 2014

¿Más Jaivas y menos Beethoven?

No puedo dejar de publicar esta nota aparecida ayer en El Mercurio, desde el titulo, hasta algunos comentarios vertidos en él, dan a entender esa concepto oculto de que la música de concierto es superior a la música popular. ¿qué opinará Don Fernando Rosas para quien no existía esa diferencia, y solo existía una separación : La música buena y la mala?.
Personalmente creo que cualquier Orquesta que se aprecie de tal, debe tener una alimentación equilibrada, y si tener una alimentación equilibrada significa tener un poco mas de Jaivas: Bienvenido sea.
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El Mercurio

Sebastián Dávalos, director sociocultural de la Presidencia, y Walter Valdebenito, director ejecutivo de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles, adelantan los énfasis para los próximos cuatro años: potenciar el papel social de la fundación y ampliar el repertorio a creadores nacionales. Actualmente, cerca de diez mil niños y jóvenes integran 440 orquestas a lo largo de todo el país.

Maureen Lennon Zaninovic

"Hace 50 años el maestro Jorge Peña tuvo un sueño, formar la primera orquesta sinfónica infantil de Chile y Latinoamérica. Él estaba convencido de que todos los niños y niñas tienen capacidades y talentos y que solo tienen que entregárseles herramientas para desarrollarlos".

Así comenzó Sebastián Dávalos Bachelet, director sociocultural de la Presidencia, la lectura de su discurso. El miércoles, en el Patio de las Camelias de La Moneda y en una de sus primeras apariciones públicas, fue uno de los protagonistas de la celebración del XIII aniversario de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI), una de las siete instituciones que dependen de su administración.

En conversación con "Artes y Letras" señala que "la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles tiene como misión elevar el desarrollo social, cultural y educacional del país brindando oportunidades para que niños y jóvenes de todo Chile mejoren su calidad de vida integrando orquestas".

Y agrega que "esta misión cobra mayor fuerza a la luz del programa de gobierno, cuyo foco principal es disminuir la desigualdad. En este contexto, las orquestas deben ser un instrumento para dar mayores oportunidades a quienes, teniendo talento, no pueden desplegar su potencial por no contar con los recursos para hacerlo. La fundación debe estar al servicio para ofrecer oportunidades a quienes más lo necesitan".

Fue justamente el hijo de la Presidenta Michelle Bachelet quien nombró, en marzo, al psicólogo Walter Valdebenito Pedreros como nuevo director ejecutivo de la FOJI, en reemplazo de la bailarina y gestora cultural Maritza Parada. El profesional adelanta que desde 2011 se desempeñaba en el área psicosocial de esta entidad. "En mi papel de psicólogo me correspondió atender y fortalecer el área mediante la atención a los jóvenes que integran las orquestas y talleres psicosociales", dice.

Con postítulos en pedagogía y dirección estratégica, Valdebenito comenta que estudió psicología en la Universidad del Mar y que si bien no viene del mundo de la cultura, como sus predecesores, "he sido admirador de este programa y tengo una amplia experiencia con los jóvenes. Me he desempeñado como psicólogo infanto-juvenil en varios colegios de la Región Metropolitana y he trabajado en distintas organizaciones sociales, como el Hogar de Cristo".

Ya en sus primeros días en el cargo dejó claro cuál sería su plan de ruta y realizó algunos cambios que provocaron inquietud al interior de la entidad. En menos de una semana desvinculó a tres funcionarios. "El proceso ya pasó. Fue una situación propia de cuando se instalan nuevas administraciones. Se hizo necesaria una pequeña restructuración interna de cara a los retos que nos pidió la Presidenta. Los énfasis son el compromiso social de la FOJI y recuperar el espíritu fundacional de la institución: crear espacios de desarrollo social y musical-artístico para que muchos niños puedan mejorar su calidad de vida gracias a que integran una orquesta", dice Walter Valdebenito.

-¿Pertenece a algún partido político?
"Sí, milito en uno, pero creo que ese punto no es relevante para la entrevista. Cualquier chileno tiene la libertad de formar parte de un partido político y de dedicarse a esta tarea en su tiempo libre".

-Se lo pregunto porque Fernando Rosas y Maritza Parada no militaban y provenían del mundo de la cultura...
"Si bien yo no vengo del mundo cultural, conozco esta institución desde el interior, su misión y objetivos".

-¿Hay diferencias o matices con la administración anterior de Maritza Parada?
"Yo creo que cada institución, por la diversidad de las personas, tiene distintos énfasis. Naturalmente hubo diferencias, hacia el final de su dirección, con Maritza Parada, pero fue un hecho más bien puntual".

-¿Ese énfasis social no estaba presente en los períodos anteriores?
"Sí estaba, pero para esta administración es un desafío potenciar aun más este espíritu social. Por eso, y como una de las primeras políticas, implementamos un programa de beneficio a las orquestas comunales para ir en directo apoyo de las orquestas base que están en todo el país. Primero hay que levantar la información para saber cuál es la calidad de esos conjuntos. Nosotros tenemos más de 400 orquestas base. Y luego hay que elaborar un plan estratégico para ir en apoyo de ellas. Ya hay algunas medidas concretas: estamos entregando una tarjeta gift card que favorecerá a 37 orquestas comunales que están participando en este catastro para la compra y mantención de instrumentos. Junto con esto, también hemos ampliado nuestra temporada de conciertos, que se venía desarrollando en el Teatro de Carabineros, a otras comunas de la Región Metropolitana. Comenzamos ya con una exitosa presentación en Pedro Aguirre Cerda porque uno de los desafíos y compromisos de la FOJI es que tenemos que estar más presentes en distintas comunas de Santiago. También recuperamos 10 becas sociales que originalmente iban en ayuda de niños que están en situaciones de emergencia. Por ejemplo, tras el terremoto que afectó Alto Hospicio, decidimos apoyar a una muchacha que forma parte de la Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana y que perdió su casa: ella recibirá una beca adicional que le permitirá continuar sus estudios de cello en la Universidad de Chile. De igual manera, tras el devastador incendio en Valparaíso, fuimos en ayuda de una niña que si bien no participa de una de nuestras orquestas, sí integra un conjunto comunal. Gente del área de acción social de la fundación se desplegó en la ciudad de Valparaíso, hizo los análisis y evaluó en terreno, lo que nos permitirá apoyar de una manera mucho más eficaz. Las becas sociales fueron creadas por la señora Luisa Durán de Lagos".

Ernesto Ottone, director del Centro de Extensión Artístico Cultural de la Universidad de Chile, y miembro del directorio de la FOJI, aplaude estos anuncios: "Sin duda que esta entidad ha cumplido muchas metas artísticas y sociales a lo largo de los años y, como todas las instituciones, tiene que seguir evolucionando, me alegra que desde la dirección actual se quiera volver un poco más a las raíces que le dieron nacimiento y que son parte de la esencia del movimiento iniciado por Jorge Peña Hen y proseguido e institucionalizado por el maestro Fernando Rosas y la ex Primera Dama Luisa Durán".

José Luis Domínguez, director de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil -conjunto estrella de la FOJI-, plantea algunas divergencias a este énfasis por recuperar un sello más social: "Claramente hay matices con la administración anterior que no comparto y que, en su momento, conversaré más en extenso con Walter Valdebenito. Sin duda que el tema social es relevante, pero no hay que dejar de lado el aspecto artístico. Hay una excelencia que no podemos minimizar y que, en los últimos años, ha tenido una consolidación gracias a las giras, el trabajo de obras más exigentes y la educación".

Ampliar el repertorio

En su discurso del miércoles en La Moneda, Sebastián Dávalos señaló que buscará ampliar el repertorio de las "orquestas para integrar piezas de carácter popular y que este año estas tocarán junto a intérpretes como Los Jaivas y Valentín Trujillo".

El profesional precisa a "Artes y Letras" que "se aumentará el repertorio y se incluirá música popular, compositores nacionales e influencias propias de la región de cada orquesta, para que estas reflejen la identidad cultural y patrimonial de sus integrantes".

Valdebenito añade que "junto con tomar la línea de lo que ya venimos haciendo en nuestras temporadas de concierto, Sebastián Dávalos nos pidió ampliar muestro repertorio y sumar más compositores nacionales. Tenemos una tremenda riqueza en nuestro país. Es por eso que, en este contexto, hemos trabajado un concierto sinfónico de Los Jaivas, entre otros proyectos que estamos evaluando". Y añade que "un desafío permanente de nuestra institución es el repertorio clásico. Ese es el eje, pero sin dejarlo de lado y para a otro público objetivo es que queremos ampliarnos a lo popular".

José Luis Domínguez considera que le "parece muy bien esa apertura, pero con matices. La música popular siempre ha estado presente en nuestros conciertos. Pero lo que realmente necesitamos, sobre todo si queremos seguir impulsando el camino a la excelencia, es más Beethoven y Mahler".

Explosión de orquestas

Actualmente la FOJI administra 14 orquestas regionales y tres en la Región Metropolitana: la Sinfónica Infantil, la Sinfónica Estudiantil y la Sinfónica Nacional Juvenil.

"Pero también, en los últimos años, ha habido un aumento sustancial de conjuntos comunales a lo largo de todo nuestro país. Eso se debe a un trabajo de la Fundación y de distintas instituciones que se han preocupado por fortalecer el programa de orquestas juveniles. La FOJI tiene mucho que aportar en este aumento y en posicionar a la música como un importante factor de desarrollo humano y cultural", dice Walter Valdebenito.

-¿Pero a esos jóvenes no se les está generando una sobreexpectativa? ¿Hay campo laboral suficiente?
"No debemos detenernos en que todos van a ser músicos. Las orquestas son un espacio de desarrollo donde la experiencia de formar parte de una da la posibilidad de desarrollar al máximo las habilidades personales. Eso es clave. El tener contacto con la música les permite a los jóvenes desarrollar habilidades sociales, personales, de autoestima y mirar la vida de una manera distinta. En ese contexto podemos decir que las orquestas sí le hacen muy bien a Chile, le cambian la cara al país".
Y con respecto a los que quieran dedicarse a la música de manera profesional, el director ejecutivo de la FOJI considera que sí hay campo laboral. "Lo que pasa es que hay que hacer un trabajo por descentralizar Santiago y ofrecer la posibilidad de ir a trabajar en regiones".

-¿Tienen estudios de seguimiento de los jóvenes una vez que dejan sus orquestas?
"No, y ese es un proyecto pendiente que me parece fundamental poder llevar a cabo. Sí hemos realizado estudios de impacto académico en escolares. En 2012, gracias a un convenio con Senda, hicimos un estudio acotado que reveló que los integrantes de las orquestas tenían un promedio superior a 5,5 y con escaso porcentaje de repitencia".

Ernesto Ottone comenta sobre este punto que "los jóvenes que participan en las orquestas, la gran mayoría, lo hacen de igual forma como se practican ciertos deportes: no todos llegarán a clubes profesionales o a las selecciones nacionales. Lo realizan como un aprendizaje de vida, de construcción de hábitos, de sociabilización y de amor a la música. Pretender formar de cada uno de ellos futuros músicos profesionales sería un absurdo, ya que estaríamos replicando las inequidades de nuestra sociedad. En un país donde se cuentan con los dedos de la mano las orquestas profesionales, sería una falta de respeto hacia los muchachos y sus familias generar expectativas laborales para un mercado tan pequeño".

Walter Valdebenito también se refiere al futuro de las Orquestas Bicentenario y a la posibilidad de fortalecerlas. "Naturalmente es un tremendo desafío trabajar con las regiones, porque cada una tiene una especificidad distinta y nos parece clave tener un plan regional. Por eso, en este momento, estamos trabajando con Sebastián Dávalos y con la dirección sociocultural de la Presidencia en elaborar un programa que responda a las realidades de cada región. Hay que establecer alianzas estratégicas que nos permitan fortalecer el proyecto de orquestas en el país", dice.

Ottone complementa que la "creación de las orquestas juveniles regionales trajo consigo un problema bastante grande, ya que su implementación implicó la desfavorización de las orquestas locales, en diferentes niveles. Hubo etapas de reorganización que no se respetaron y los procesos tienen sus tiempos. Tengo la certeza de que la conducción actual desde el área sociocultural de la Presidencia tiene una hoja de ruta bastante clara con respecto al futuro de la FOJI".

Valdebenito tampoco soslaya el tema del financiamiento, uno de las grandes falencias de esta institución. La gira a Europa de la Sinfónica Nacional Juvenil en 2012, por ejemplo, fue financiada en gran parte por la empresa privada. "Estamos trabajando en el presupuesto 2015 de manera de fortalecerlo. Naturalmente son muchas las cosas que uno quisiera hacer y los lugares a los que quisiera llegar. Y en este gobierno esperamos que aumente nuestro presupuesto para apoyar las distintas líneas de acción que estamos llevando adelante. Junto con ello, queremos sumar más apoyo de la empresa privada", señala.

-¿Qué va a pasar con la gira a Venezuela que anunció, hace unos meses, Maritza Parada?
"Hemos evaluado el proyecto de gira a Venezuela y, a raíz de la realidad sociopolítica que se está viviendo en ese país, creemos que no es oportuno que se realice este año. No obstante, nos encantaría traer profesores de Venezuela para que capaciten a nuestros músicos".

-¿Eso es parte del convenio firmado con Maritza Parada y el maestro venezolano José Antonio Abreu?
"Entiendo que hay un convenio y que está en revisión. No podemos exponer a nuestros jóvenes a viajar en estas circunstancias a ese país".

El profesional también confirma algunos cambios al interior del directorio de la FOJI: "Continúan el director del Teatro Municipal de Santiago Andrés Rodríguez, Ernesto Ottone, Bruno Ardito, Juan Pablo Illanes y Karina Zelaya. Se sumaron Luisa Durán de Lagos; Gloria Aguayo, en representación del Ministerio de Cultura; María Inés de Ferrari, en representación del Ministerio de Educación; la alcaldesa de Pedro Aguirre Cerda, Claudina Núñez (PC), y Geraldina Rosenberg de Walker, en representación de la Fundación Beethoven".


 Cuatro músicos entregan su opinión

Inés Vega
Violín. Gracias al apoyo de la FOJI estudia en Alemania.
"La cantidad de becas, cursos de capacitación y perfeccionamiento, las orquestas directamente dependientes de la FOJI en regiones y Santiago, son objetivos logrados que, a mi parecer, podrían ser reformados para que la formación musical de infantes no sólo sea una herramienta de mejora en la calidad de vida, sino una carrera a la que puedan aspirar.
Lo social, sin duda, es muy importante, pero creo que una vez detectado el talento, el estado debe otorgarle todos los medios que estén a su alcance -en este caso, a través de la FOJI-, para que ese talento no quede en el camino".

Sebastián Orellana
Cello . 21 años.
"Creo que las becas que entrega la fundación no son suficientes para poder dar una real posibilidad de perfeccionarse con clases y mantener el instrumento. Otro problema es la falta de calidad de la enseñanza, porque está enfocada para que toquen en la orquesta como sea, sin importar si los niños están aprendiendo a conocer su instrumento.
Además, creo que no hay sedes regionales para poder ejercer más control, fiscalización y un mejor desarrollo regional".

Ariel Casivar
Viola. 26 años. Integró la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil. Imparte clases en Talagante y La Granja.
"La gira a Alemania en 2012 fue emocionante, y hay que seguir trabajando para potenciar ese tipo de actividades. Con respecto a ampliar el repertorio, creo que lo que se toque se tiene que hacer bien, así sea Beethoven o Los Jaivas. Eso sí por populismo, y ahí hay un riesgo que me parece importante, se puede decir 'ya, toquemos a Los Jaivas o a Inti-Illimani', pero con todo el respeto del mundo hacia estos grupos, lo que realmente queremos tocar los músicos que integramos la FOJI es el repertorio sinfónico grande, no a Los Jaivas. La mayoría queremos abordar a Beethoven, Mahler y Schostakovich".

Alonso Urrutia
Cello . 24 años. Integró la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil. Actualmente estudia en Alemania.
"Creo que es importante destacar, por un lado, la masificación; es decir, la formación de nuevas orquestas tanto infantiles como juveniles en distintos lugares de Chile, llegando incluso a pueblos recónditos. Sin duda, esto representa un avance en el desarrollo cultural del país, se va logrando llegar mediante la música a cada vez más gente.
Por el lado de las debilidades o desafíos pendientes, la palabra clave es 'calidad'. Se ha expandido el proyecto hacia muchos lugares, pero falta preocuparse por la calidad de la enseñanza y aprendizaje".

Una obra de Jorge Peña Hen llega al Teatro Municipal de Santiago

Como parte de sus conciertos de extensión, la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (OSNJ) se presentará el 7 y el 10 de junio en el Teatro Municipal de Santiago (19:00 horas. Solo disponibles entradas de galería a $3.000). El programa incluirá la obertura de la ópera "La Cenicienta", del fallecido músico, compositor y director chileno Jorge Peña Hen (1928-1973); el Concierto N°5 ("El Emperador"), con el pianista Luis Alberto Latorre, y la Octava Sinfonía de Beethoven.

"Me llena de orgullo que se toque una obra de Peña en el Teatro Municipal de Santiago. Él es de mi tierra natal (La Serena) y crecí rodeado de todo su legado", señala José Luis Domínguez, director titular de la OSNJ. Agrega que estamos "ante una creación perfecta, familiar y tan bonita. De acceso fácil, pero también tiene algunos elementos del siglo XX, de disonancias, pero todo plasmado de una manera muy lúdica. Es una joyita. Ojalá este sea el primer paso para que, en el futuro, se pueda montar en el teatro esta ópera completa, en el marco del Pequeño Municipal".

Domínguez rememora que en la época que fue concebida "La Cenicienta" (1966, La Serena) no contaban con suficientes violas disponibles. "Por ese motivo, Jorge Peña escribió la orquestación sin violas. ¡Genial! Y suplió esta carencia con tres filas de violines. En el concierto en el Municipal, en cambio, sí estarán las violas".

El director complementa que estamos ante un programa variado. "A la Nacional Juvenil le encanta trabajar con Luis Alberto Latorre. Él es un referente del piano en nuestro país. Es un gran amigo y maestro, y estoy seguro de que conquistará a todos con 'El Emperador'".

Sobre la Octava Sinfonía puntualiza que "no es una pieza sencilla, para nada, pero el mismo Beethoven se refirió a ella como mi Pequeña Sinfonía en Fa Mayor. La obra quizás parezca simple, pero es muy innovadora en su orquestación. Tiene un carácter de frescura y es menos extensa que otras de su autoría. Hay varias anécdotas interesantes que acompañaron su creación. El segundo movimiento, por ejemplo, es un homenaje al metrónomo que por esos días estaba tan de moda. Ese acompañamiento de semicorcheas da cuenta de esa referencia. Me parece una broma musical del compositor, pero por más que fuera un bromista, todo le salió bien a Beethoven. Todas sus obras fueron trascendentes".