lunes, diciembre 16, 2013

Todas las identidades musicales de Federico Dannemann

El Mercurio

Desde su debut , en 2003, se había dedicado a componer para Quintessence, tocar con Pedro Aznar y Francesca Ancarola. Diez años después lanza su disco mayor: "Zelig".

IÑIGO DÍAZ

"Las orquestas de cumbia pueden tocar tres o cuatro veces seguidas; los grupos rancheros hacen varias fiestas costumbristas en un solo día. Pero en el jazz eso es casi imposible", dice Federico Dannemann, recordando una de sus más intensas jornadas de 2013, cuando llevó a su nuevo cuarteto de aquí para allá en una misma noche.

El 30 de noviembre, el grupo fue parte del programa del Festival Jazz Europeo en el Patio Bellavista, y de inmediato viajó al Parque García de La Huerta para tocar en el San Bernardo Jazz Fest, donde estuvo el saxofonista Ravi Coltrane. "Estábamos en muy buena forma. Es un cuarteto ajustado y aceitado, y por eso salió bien", comenta.

En ambos escenarios y frente a masivas audiencias, Dannemann adelantó el repertorio de su segundo disco, titulado "Zelig" (Discos Pendiente), y que este jueves presentará oficialmente en el club Thelonious. El conjunto lo forman Raimundo Barría (piano), Milton Russell (contrabajo) y Daniel Rodríguez (batería).

"Siempre había mantenido tríos para canchear, pero dejé suspendido un proyecto más discursivo y propio. En 'Zelig' hay material que viene de muchos años y otras composiciones dedicadas especialmente a este cuarteto: 'Blonde journey', 'Niña 7' y 'Zelig'", dice el guitarrista, que debutó a los trece años como músico en el Club de Jazz de Ñuñoa, tocando con astros como Lucho Córdova, Spike Holmes, Panchito Cabrera y Daniel Lencina. En 2003 publicó su primer disco, "Federico Dannemann Trío", junto a Felipe Chacón (contrabajo) y Alejandro Espinosa (batería).

Pero pasó una década sin ediciones propias. El músico se dedicó a componer y arreglar para el Ensamble Quintessence, integrar las bandas del argentino Pedro Aznar y la cantautora chilena Francesca Ancarola. Hoy vuelve a explorar su capacidad creativa e instrumental al frente de pequeños conjuntos de jazz
contemporáneo. "Vi un vacío en este tipo de formato, un cuarteto con guitarra y piano. Son dos instrumentos que pueden estorbarse si se crea una bola armónica. Cuando un guitarrista termina su solo debe quedarse en silencio, de lo contrario el pianista te grita 'saca la mano'". En "Zelig", ese conflicto se supera. "Se soluciona con las texturas, con el doblaje de acordes y melodías, y con la separación de funciones", señala.

"'Zelig' está inspirado en la película de 1983 de Woody Allen, donde el personaje adopta muchos aspectos y personalidades. Entonces es una síntesis de estos diez años de historia y de música, en los que he tocado jazz tradicional, folclor, pop, rock, folk norteamericano. Casi una pérdida de la identidad. Yo me considero un tipo influenciable", cierra Dannemann.

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