martes, julio 02, 2013

Pedro Villagra: la poesía llegó para quedarse

El Mercurio

Con "Rebulú", el músico fundamental de la fusión latinoamericana cierra un círculo que inició en 1978 junto a Santiago del Nuevo Extremo, su primer grupo.

IÑIGO DÍAZ

El verso dice "Dulce sanfelipeña, por Dios, qué lindo cantas", y es parte de la crónica biográfica convertida en canción que Pedro Villagra escribió como homenaje a la estrella chilena del vals Palmenia Pizarro. "Allí se revela en voz alta lo que no siempre se dijo: 'por tus propios hermanos, tu gloria fue negada'", recita Villagra en una defensa de la cantante que debió exiliarse en México por motivos profesionales.

La canción se llama "Palmenia es verdad", uno de los temas en el repertorio de "Rebulú", el séptimo disco del compositor, que estrenará en vivo este jueves en la Sala Master de la radio Universidad de Chile (Miguel Claro 509, 20:30 horas, $3.000). La estrella de la canción popular nacida en San Felipe en 1941 ya confirmó su presencia para ver el concierto que Villagra dará junto a su orquesta de diez músicos, que provienen de la fusión, la música latinoamericana y el jazz contemporáneo.

"En cierta forma, 'Rebulú' es una continuación del disco 'Bicentenario, convite a la danza' (2009). En los dos aparece la poesía como valor protagónico. Ahí rescatamos el trabajo de los poetas, pero ahora la poesía está viva en la canción", dice el músico que tenía 21 años cuando comenzó a tocar con Santiago del Nuevo Extremo en 1978 y hoy es considerado un punto de apoyo en la música de fusiones de ritmos y colores latinoamericanos.

"Estudié flauta traversa con Alberto Harms, un músico académico, y también saxofón con Kiko Aldana, de la Orquesta Huambaly. Entonces, yo era un músico 'iletrado' en Santiago del Nuevo Extremo. Cuando digo iletrado me refiero a que no escribía textos sino música pura. Ahora estoy cerrando un círculo que comenzó en esa época, escribiendo canciones. La poesía llegó para quedarse", dice.

"Rebulú" contiene variedad de ritmos y mezclas. Está "Palmenia es verdad", un vals peruano, pero también figuran "Frida (causa y efecto)", un huapango mexicano; "Los trigales", un tango porteño; "Tradición oral", un candombe uruguayo; y "Longa farahfaza", un instrumental de inspiración árabe. "El 80 por ciento de la música que hacemos está en la calle, y está totalmente mezclada. Por eso este disco se subtitula 'fantasía simbiótica de música tribal': la música se mueve simbióticamente, absorbiendo elementos de todos lados", completa.

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