sábado, junio 01, 2013

La ascendente carrera de Víctor Hugo Toro

El Mercurio

El músico chileno residente en Brasil fue invitado a actuar al Municipal de São Paulo. En julio dirigirá el ballet "La Consagración de la Primavera".

Romina de la Sotta Donoso

Desde que asumió la titularidad de la Orquesta Sinfónica de Campinas, hace 20 meses, a Víctor Hugo Toro (1975) le dicen "maestro da cidade". Por esa labor, ya recibió la Orden al Mérito Cultural "Carlos Gomes", y ahora lo premiará también la Cámara Musical de Campinas.

"Como titular, tienes que dar todas las peleas, pero también vives los mejores momentos. Esta orquesta tiene ganas de hacer un buen trabajo, la gente la adora y tiene apoyo político de las autoridades y económico de los privados", dice. Gracias a eso, ya están construyéndole un nuevo teatro.

Noventa kilómetros más al sur, Toro también cosecha éxitos: el Teatro Municipal de São Paulo lo invitó a dirigir varias óperas y ballet.

En julio, conducirá la versión latinoamericana de uno de los proyectos más relevantes de la Filarmónica de Berlín y Simon Rattle en la década pasada: la puesta en escena del ballet "La Consagración de la Primavera" con 250 niños de escuelas públicas. Un poco antes, dirigirá la misma pieza clave de Stravinsky, en concierto, con la Sinfónica de Campinas.

Esta semana, en cambio, está en nuestro país para dirigir a la Orquesta de Cámara de Chile en un programa que partirá con "Abertura concertante" (1942) de Mozart Camargo Guarnieri. "Es el mayor compositor brasileño después de Villa-Lobos. Esta obertura está llena de lo que uno espera de la música brasileña: ritmos contrastantes, melodías melancólicas y mucha percusión", comenta.

Luego, con el solista Isidro Rodríguez, presentarán el Concierto para violín (1952) de Gustavo Becerra-Schmidt: "Él decía que era un pecado de juventud, pero es muy importante en la literatura latinoamericana para violín y orquesta, y una pieza fundacional de nuestra música sinfónica".

El cierre será con la Sinfonía Nº 1 (1808) de Étienne Méhul, el primer compositor romántico de la historia. "Era muy importante en su época. Es uno de los primeros que exploran las posibilidades tímbricas de cada instrumento. Recién con Tchaikovsky hubo nuevamente preocupación por el color orquestal", aclara Toro.
Los conciertos, gratuitos, se realizaron ya en Santiago, y en Viña del Mar, quedando un concierto el sábado en Ventanas. "Me parece muy bien que la Orquesta de Cámara salga a buscar nuevos públicos", cierra Toro.

PROGRAMARSE
Sábado en la parroquia La Resurrección del Señor, en Ventanas (19:00 horas).

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