sábado, enero 05, 2013

Bravo por la cueca brava

El Mercurio


Mario Rojas relata su experiencia y trato con héroes de la cueca brava. Y se reedita "Chilena", de Claro y González Marabolí.

Patricio Tapia

Las virtudes de un cuequero, según Nano Núñez: "guapo, cantor y habiloso", nos informa Mario Rojas en "El que sae, sae" (Ocho Libros). Tal vez, debería agregar tener "buen pito", un registro alto, como se relata en otra parte del libro.

Mario Rojas, músico y compositor, tuvo una visión desde niño de la cueca urbana, de la que su padre gustaba y fue cultor aficionado. Su libro no es ni pretende ser un tratado, sino el testimonio de su experiencia, una "crónica personal" sobre los orígenes y desarrollo de esta cueca, recreando situaciones y su trato con algunos personajes ya legendarios como Hernán "Nano" Núñez (1914-2005), Roberto Parra (1921- 1995) y Fernando González Marabolí (1927-2006). Aparecen otras figuras como Mario Catalán; Luis Araneda, el Baucha, compañero de Núñez; o la Carlina, la famosa "regenta". Se recorren lugares (el Matadero, la Estación Central y la Vega), grupos y cantantes (Los Chileneros, Los Chinganeros, Aparcoa, Los Afuerinos, el actor Daniel Muñoz); discos importantes y lugares (o las "picadas cuequeras" antiguas y actuales). También incorpora documentos, como entrevistas (al cantor Luis Castro, sobrino de González Marabolí) o artículos (de Julio Alegría). En todo caso, el volumen es esencialmente gráfico, incorporando afiches, fotografías (de Francisco Bermejo) e ilustraciones (de Fernando Allende). El libro es una excelente introducción a la cueca "brava", que la llamó Núñez; "chora", Parra; "chinganera" o "chilena", González Marabolí. No son exactamente lo mismo. Pero todas son cueca urbana.

Big bang

Mario Rojas llama "el big bang" al encuentro entre el musicólogo Samuel Claro (1934-1994) y González Marabolí (a quien Rojas conoció personalmente a fines de los 90). Esto ocurrió hacia 1976, cuando el ex matarife, cultor de la cueca y estudioso de ella (su biblioteca contaba con más de 6.000 volúmenes), González Marabolí se acercó a la oficina del académico Claro. De esta colaboración entre la academia y la cultura popular nacerá 18 años después, en 1994, un libro fundamental, del que apareció una segunda edición: "Chilena o cueca tradicional" (UC / SCD, 2011), de Samuel Claro, junto a Carmen Peña y María Isabel Quevedo, basado en las enseñanzas de Fernando González Marabolí. Allí se entregan las teorías de González, bajo el escrutinio y sistematización de Claro, sobre los orígenes arábigo-andaluces de la cueca, la que se mantiene en la tradición oral y se basa en complejas relaciones numéricas (en relación a la tabla de multiplicar del 8) y cosmológicas. Se ocupa del canto de la cueca: gritado y melismático (la técnica de cambiar la altura de una sílaba musical mientras se canta), con la impostación de voz del canto árabe antiguo; de la coreografía de la danza; e incorpora un "cancionero" con más de mil cuecas recogidas, creadas o seleccionadas por González Marabolí.

1 comentario:

Cueca Brava dijo...

Un roto de tomo y lomo !!!

Éjale !!!