viernes, septiembre 14, 2012

Cecilia Morel: "La cultura se construye cara a cara"


El Mercurio

En algunos días, viajará a Europa para acompañar a los jóvenes de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, que inicia su primera gira internacional. Cecilia Morel nos recibe en La Moneda para hablar de los esfuerzos que realiza el Gobierno para hacer llegar el mundo de la cultura a la mayor cantidad de personas.

DANIEL SWINBURN

Recorremos con Cecilia Morel el ala oriente del Palacio de la Moneda, donde abundan los signos que recuerdan los últimos momentos de la vida del ex Presidente Salvador Allende y donde se sitúa su gabinete y las oficinas de sus colaboradores. Hay distintas versiones sobre el lugar donde murió exactamente Salvador Allende, pero dos salas que llevan su nombre, inauguradas por Michelle Bachelet, indican un punto posible, mientras que una placa recordatoria en la caja de escaleras que lleva a las oficinas de la Primera Dama indican lo mismo. Al lado, la puerta de Morandé 80, reabierta por Ricardo Lagos, recuerda el lugar por donde salió el cuerpo sin vida de Allende. Y, por último, desde la ventana de su despacho se ve, en primer plano, el monumento al ex Presidente en la esquina de la Plaza de la Constitución...

En el recorrido, Cecilia Morel nos cuenta que acaba de terminar de leer "El último tango de Allende", de Roberto Ampuero. "Es un libro entretenido y muy bien escrito, que nos muestra a un Salvador Allende más íntimo y desconocido. Está muy bien lograda la combinación de ficción con la realidad. Aunque creo que la relación que establece entre él y el personaje Rufino es por momentos muy fantasiosa".

Luego pasamos a otro sector y vemos unas salas que han sido intervenidas en sus muros con relieves de yeso y cielos que falsean notoriamente la austeridad original del edificio de Toesca y ponen un pie forzado a la decoración del conjunto. Son los salones Pablo Neruda y Gabriela Mistral, de donde nació una idea que Cecilia Morel quiere emular en otros salones de esa área de La Moneda, con nombres de los poetas Gonzalo Rojas y Vicente Huidobro. "Al llegar a La Moneda y conocer el gabinete de las primeras damas, me llamó la atención la existencia de estos salones. Es verdad que, como gobierno, asumimos con ciertos valores y principios muy arraigados en relación al servicio público, entre ellos la austeridad y la transparencia con los recursos de todos los chilenos. Por lo tanto, sólo podíamos soñar con mejorar esos salones: tomamos contacto con las respectivas fundaciones, junto al apoyo de Hernán Rodríguez y Carlos Aldunate, para que nos dieran su propia visión y nos ayudaran a completarlos. Asimismo, al morir Gonzalo Rojas y gracias al apoyo de sus hijos decidimos dedicarle un salón al poeta. Pero nos falta Huidobro, que es el paso que viene este otro año".

El salón Gonzalo Rojas se inaugurará en octubre próximo, con donaciones hechas por su familia de importantes manuscritos de sus poemas, fotografías, la boina que solía usar y algunas primeras ediciones de sus libros más destacados. "Uno de los grandes aportes de este poeta fue su vertiente erótica presente en casi toda su obra. Al mismo tiempo fue un poeta desenfadado y juguetón, que inventaba palabras y tenía mucha ironía. Era un fanático del ritmo. Hay también en su poesía una búsqueda de lo trascendente, el amor y la reflexión social. Uno de sus poemas que más me gustan es "Qué se ama cuando se ama", sostiene Cecilia Morel.

Con el Salón Gonzalo Rojas, quiere inaugurar la primera de un ciclo de tertulias literarias en La Moneda, evocando al hijo de José Manuel Balmaceda, Pedro, quien acogió en ese lugar al poeta nicaragüense Rubén Darío. "Siento que estamos viviendo en una sociedad en que se conversa poco y donde se escucha menos. La conversación es un arte y se ha ido perdiendo. Hoy la gente se comunica más a través de internet que con el contacto directo, pero yo pienso que la cultura es algo que se construye cara a cara. Las familias deberían retomar esta costumbre, donde reunidos en torno a una mesa se intercambian experiencias, se recuerdan historias de los antepasados, donde hay humor y calidez. A través de las tertulias queremos reincorporar esa forma de vida tan valiosa. A Sebastián le gusta mucho el tema de las tertulias porque le recuerdan las animadas reuniones que organizaba su padre, José Piñera, en los años ochenta".

Luego de la primera tertulia que girará en torno a la poesía de Gonzalo Rojas y a su influencia en la literatura chilena, se invitará al cineasta Andrés Wood para conversar de su premiada película "Violeta se fue a los cielos", sobre la vida de Violeta Parra.

Cecilia Morel confiesa que por vínculos familiares pudo haber sido escritora, pues creció bajo la influencia de figuras como Hugo Montes, Premio Nacional de Educación, y Alicia Morel, autora de cuentos infantiles. Además, Marta Brunet era prima de su abuela. Su padre, Eduardo Morel, cultivaba también la vida intelectual e incentivó a sus hijos en este aspecto.

"Me gusta mucho la psicología y la sociología, por mi profesión, y por los años que he trabajado como orientadora familiar, y por lo mismo me ha interesado conocer la persona y la obra del neuropsiquiatra Boris Cyrulnik. También al filósofo francés Gilles Lipovetski; Luc Ferry es otro a quien admiro".

La primera gira de las FOJI

El encuentro con la Primera Dama se produce en vísperas de la primera gira a Europa de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, un hito en la proyección de este movimiento que ya alcanza a los 420 orquestas repartidas en casi todas las comunas de Chile y que suman 10 mil niños. Como presidenta de la fundación, Morel acompañará a los jóvenes a la gira, que los llevará a Bremen, Berlín, Colonia, Munich, Viena, Bratislava y Praga. Allá ejecutarán un repertorio latinoamericano, con piezas de José Pablo Moncayo, Arturo Márquez, Enrique Soro, Luis Advis y Alberto Ginastera. Irán dirigidos por José Luis Domínguez, en un viaje que se hizo realidad gracias a la colaboración público-privada.

"Es un salto cualitativo en la evolución de la fundación, pero sobre todo en la formación de nuestros jóvenes. Significa ampliar sus horizontes, conocer experiencias internacionales, soñar más alto, exigirse más para estar a la altura de los grandes desafíos y metas de presentarse e incluso competir en el extranjero", señala Morel.
"La necesidad de hacer una gira fue enfatizada por el maestro venezolano José Antonio Abreu en su breve visita a Chile con la Orquesta Simón Bolívar. Estamos seguros de que los músicos jugarán un excelente papel en Europa y ello consolidará el nombre y prestigio de la FOJI. Confiamos en que se abrirán nuevas puertas para nuestros becados y que se crearán mayores lazos de cooperación con países de gran relevancia musical y cultural. Quiero destacar la excelente labor de su directora Maritza Parada y su equipo".

-Actualmente, hay cerca de 420 orquestas. ¿Cuál es el límite teórico a su crecimiento?
"No sabría decirlo, pero tendremos que asumir esa responsabilidad y la FOJI justamente se empeña para que así sea. Nuestros fondos concursables incentivan la creación de orquestas y a la vez éstas surgen de la propia comunidad. "Más música, mejor país", es el lema en el que creemos y trabajamos arduamente cada día. El sueño del maestro Fernando Rosas era tener 50.000 niños y jóvenes tocando en todos los rincones del país para formar un movimiento imparable".

-¿Se reforzarán las quince orquestas regionales creadas en 2010?
"Las Orquestas Bicentenario creadas el 2010, una por cada región, fue un tremendo desafío para la fundación, porque de tener 140 becados de orquestas propias, pasamos a tener mil 300. El anhelo es que el 2013 estas orquestas se refuercen con una serie de nuevas propuestas que se están estudiando, pero para esto necesitamos más aportes, los que deben ser sostenibles. Queremos que esas orquestas puedan tener una temporada de conciertos anual como tenemos en Santiago, pero los recursos alcanzan solamente para que tengan 3 meses de actividad y uno o dos conciertos".

-¿Es posible pensar en un programa especial de fondos para la formación de directores de orquesta que ayuden a consolidar el trabajo de estas orquestas?
"Es más que necesario, ahora que ya se formaron las orquestas regionales además de las que hay en Santiago. Queremos seguir creciendo, no solamente en cantidad, sino también en calidad, para lo cual es imprescindible formar nuevos directores, instructores, músicos, pero que también les interese instalarse en regiones".
"Es bueno que se sepa que en la FOJI hay muchos fondos concursables para empezar a trabajar estas necesidades. Es importante destacar que el departamento de capacitación trabaja a través de todo el país con talleres, clases magistrales, cursos, luthería, etc. Y cada año se realizan cursos de dirección para jóvenes interesados. Incluso existen recursos para enviar a músicos al extranjero para que se perfeccionen en las técnicas de batuta. Es el caso de Paolo Bortolameolli, que la FOJI becó este año y hoy estudia con gran éxito en Estados Unidos".

-¿Ve usted a la TV chilena comprometida con una programación de calidad que contenga valores de nuestra cultura?
"Se han hecho algunos esfuerzos, entendiendo la cultura en términos generales más que en sus expresiones elevadas. Ha habido teleseries como "Los 80", u otras que nos han retratado muy bien en cuanto a nuestros valores, hábitos, identidad en general. Pero aún falta mucho por hacer. Necesitamos una parrilla con mayor programación de calidad, que refleje mejor nuestra cultura y valores. La juventud lo necesita y todos necesitamos conocer lo que realmente nos representa".

-¿Le gustaría que las actuaciones de las FOJI formaran parte de la programación cultural de los canales de la TV abierta?
"Sería maravilloso que la TV abierta pudiera mostrar la belleza, la fuerza y talento de las Orquestas Juveniles".

Cultura para las regiones

-Del programa cultural del gobierno de Sebastián Piñera, ¿cuáles son las iniciativas que destacaría usted?
"Desde que se inicio este gobierno, Sebastián tuvo la vision de centrarse en el hecho de que lo más importante de las políticas culturales que estamos promoviendo fuera romper con la centralización de la cultura, para que ésta llegara a todos los rincones de Chile, especialmente a los sectores más vulnerables. Creo que la inversión de 175 mil millones de pesos en teatros regionales en Iquique, La Serena, O'Higgins, Biobío y Magallanes, además de 51 centros culturales comunales, es una señal de descentralización muy grande".
"Además, la modificación de la ley de donaciones culturales y el proyecto de ley que crea el Ministerio de Cultura son iniciativas fundamentales que permitirán dar realce al trabajo cultural".
"Se diagnosticó como un serio problema la centralización de oferta cultural en Santiago y la necesidad de generar y mantener audiencias. Por eso, el programa Legado Bicentenario incluye, además de obras patrimoniales que abarcan todo el país, una gran cantidad de obras en relación a la cultura en sentido amplio. La cultura nos enseña a mirar el mundo con ojos nuevos, nos permite abrirnos a nuevas realidades. Nos permite entender mejor nuestras vidas y la de los demás. Nos hace más ricos en humanidad".
"El sueño del maestro Fernando Rosas era tener 50.000 niños y jóvenes tocando en todos los rincones del país para formar un movimiento imparable de orquestas infantiles y juveniles. Hoy vamos en 10 mil".

 Sobre gustos...-¿Ve cine chileno? ¿Qué películas chilenas le han gustado?
"Siempre nos ha gustado el cine, tanto a Sebastián como a mí. En este momento, me alegra la fuerza que está tomando la industria del cine chileno. Hay muchos realizadores talentosos, se están haciendo muchas más películas y varias de ellas han obtenido reconocimiento internacional. Esto es un motivo de orgullo para el país".

"Por ejemplo, Andrés Wood, con 'Violeta se fue a los cielos', obtuvo numerosos premios. He seguido su obra: 'Machuca', 'Historias de fútbol'. La película 'No', de Pablo Larraín, ha tenido gran éxito de crítica y también está postulando a ciertos premios".

"Una película que nos marcó mucho y que creó mucha polémica fue 'El chacal de Nahueltoro', de Miguel Littin. Se convirtió en un hito de la historia de nuestro cine. Otro filme con el que vibré fue "La frontera", de Ricardo Larraín".

-¿Le gusta la música chilena? ¿Quiénes son sus autores favoritos en este ámbito? 
"Sin duda, nuestra gran Violeta Parra, Los Jaivas, Quilapayún y el Inti Illimani, Víctor Jara. También admiro a Juan Orrego Salas. Pero quisiera destacar especialmente a nuestro director, Juan Pablo Izquierdo por haber obtenido el Premio Nacional de Música".

-¿Hay algún período de la historia de Chile que le interese particularmente? ¿Por qué? 
"Me interesa mucho el período transcurrido post Independencia en el que hubo gran estabilidad política en el país. Existió la voluntad política de unión para buscar acuerdos, por sobre las diferencias. De ser un país pobre y aislado, que venía saliendo de una guerra con una potencia, como era la madre patria, Chile logró estabilizarse, ordenando su economía y se consiguió una gran cohesión en los albores de la República".

"Nuestra historia es parte de nuestra identidad y de nuestras raíces. Me interesan sobre todo las etapas que yo he vivido y he sido testigo. Recuerdo, especialmente, los años 80, cuando nuestro país vivió la transición hacia la democracia. Después del golpe militar y de un período de división y dolor, vino el plebiscito y el anhelado retorno a la democracia. Participé personalmente en esta verdadera cruzada con mucha fuerza y entusiasmo".

"Aunque es historia universal, la época que nos ha tocado vivir es demasiado interesante, apasionante sobre todo por el impacto en nuestra mentalidad y formas de vida: los grandes avances en la medicina y tecnología que prolongaron la vida, la irrupción de los medios de comunicación, el surgimiento y caída de ideologías, los "ismos" (fascismo; comunismo; etc), la globalización, la informática y las redes sociales. Tenemos el privilegio de vivir este periodo".

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