lunes, abril 30, 2012

Helmuth Rilling, el especialista barroco que llega a Chile para ofrecer una obra clave de Bach


El Mercurio


Uno de los principales promotores de Bach dirigirá a músicos de la reconocida Academia Bach de Stuttgart, quienes interpretarán la Misa en Si Menor en Frutillar y Santiago, el 12 y el 14 de mayo. Aquí, Rilling revela sus convencimientos musicales y responde a las preguntas que le hace un panel de expertos chilenos.

Romina de la Sotta D. y Maureen Lennon Z.

Una o más voces, con acompañamiento instrumental. Así de sencilla es, en apariencia, la estructura de la cantata. Forma que fue el emblema del Barroco, y que en esos años se practicaba en todos lados. Nació como la articulación de secciones contrastantes, con apenas una voz y continuo, en Italia, a inicios del siglo XVII. Un siglo después, la cantata era toda otra cosa. Se había instalado en las iglesias luteranas en Alemania, se le habían incorporado movimientos corales -himnos que eran cantados por la congregación protestante- y ya era casi impensable no contar con una orquesta para acompañar. Con Johann Sebastian Bach (1685-1750), la cantata logra su máxima expresión. Sólo él podía haberse valido de estos corales -textos que pertenecen al servicio religioso y cuyo lenguaje es simple y su melodía, cantable- para disponerlos en una gigantesca variedad de composiciones instrumentales y vocales, haciendo trascender a la cantata.

Y precisamente las cantatas de Bach han sido uno de los principales intereses de Helmuth Rilling (Stuttgart, 1933), uno de los promotores fundamentales de la música barroca durante el último siglo. Rilling grabó todas las cantatas de Johann Sebastian Bach - las cerca de 200 que le sobrevivieron- y en el año 2000 lanzó la integral de la obra coral del genio alemán -más de mil piezas- en un total de 172 CDs. Entre los numerosos premios que ha recibido, está el Herbert von Karajan del Festival House Baden-Baden.

Tenía 21 años cuando fundó la Gächinger Kantorei -hasta hoy, un relevante coro germano-, y 28 cuando fundó el Bach-Collegium Stuttgart. Su vocación docente la ha desarrollado especialmente en la Stuttgart Internationale Bach Academy, que fundó en 1981. Tienen conjuntos juveniles, una temporada oficial de conciertos en la que presentan, mínimo, seis oratorios al año, una semana formativa, y un festival en septiembre.

Ahora Rilling viene a Chile con una delegación de la Stuttgart Bach Academy, para presentar la Misa en Si Menor de Bach, el 12 de mayo en el Teatro del Lago de Frutillar, donde además los días 10 y 11 ofrecerá además lecture concerts y masterclasses . Además, en dicha ciudad fundará la Academia Bach en Chile, que dará continuidad a la labor de enseñanza sobre el gran músico. En Santiago actuarán el 14 de mayo, en el Teatro Municipal de Las Condes, como parte de la apertura de la temporada internacional de la Fundación Beethoven.

"La Misa en Si Menor es la última gran pieza que Bach compuso en su vida, y es una suerte de compendio que construye reuniendo cosas que había compuesto durante su vida", dice Rilling a "El Mercurio", vía telefónica, desde Stuttgart. Agrega que en esta obra, la única misa que Bach escribió, "encontramos muchas piezas de las cantatas que él había compuesto antes. Es una suerte de clímax del trabajo de Bach. Es su opus ultimum y opus summum ", explica.

Porque cuando a Bach lo nombran kantor -organista y director musical- de la Iglesia de Santo Tomás en Leipzig, pasa tres años componiendo una obra musical por semana, para estrenarla en el servicio del domingo. Escribió, entonces, cuatro de sus cinco ciclos de cantatas, su Magnificat y sus Pasiones según San Juan y según San Mateo. Pero su interés por la música religiosa se apacigua hacia 1729, de manera que sus dos obras maduras de este tipo, su Misa en Si Menor y su Oratorio de Navidad, son parodias, es decir, arreglos de creaciones anteriores.

"Bach era un músico de iglesia, un kantor . Y su profesión era componer música para la iglesia. Él pertenece a una larga tradición de compositores de los siglos XVI, XVII y XVIII en Alemania", aclara Rilling. Tradición que él conoció de cerca porque se formó como organista y trabajó en distintos templos. De hecho, en la Gedächniskirche ("iglesia de la memoria") de Stuttgart ofrecía el Kantatengottesdienst ("servicio religioso de cantata") un domingo al mes. "Es la misma situación que Bach vivía en la Iglesia Santo Tomás de Leipzig. Y teníamos a toda la comunidad cantando los movimientos corales de las cantatas. La gente conoce mucho mejor la música de Bach y su pensamiento cuando lo cantan. No se compara con el sólo escucharlo. Si cantas durante muchos años estas obras, se puede decir que conoces muy bien a Bach", explica.

"No hay dos cantatas similares", dice Rilling. Él, de adolescente, estudió en un internado bastante cercano a un seminario, donde recibió formación teológica. "Para interpretar a Bach es tan importante conocer su música como su forma de pensar. Por eso durante mi vida he tratado de estudiar también sus pensamientos teológicos", asume.

La vigencia de Bach
Rilling siempre ha guardado distancia de la interpretación historicista, aquella que exige reconstruir el sonido de la época en que la música fue compuesta y el uso de instrumentos del periodo. Lo que le interesa es poner el acento en la vigencia de Bach. "No sólo es importante expresar las ideas de Bach, sino expresar lo que la Pasión significa en nuestra época", dijo en 2000, cuando se cumplieron 250 años de la muerte de Bach y le encargaron organizar las conmemoraciones. "Como Bach es el autor de las maravillosas Pasiones de San Mateo y de San Juan, les pedí a cuatro compositores que compusieran una Pasión para cada uno de los cuatro evangelistas. Era importante que los cuatro fueran distintos, de diferentes países, lenguajes y tradiciones culturales", recuerda.

El resultado fue particularmente exitoso: cuatro Pasiones que se han programado numerosas veces y que han tenido gran acogida del público y la crítica: aquella según San Lucas del alemán Wolfgang Rhin, la según San Juan de la rusa Sofia Gubaidulina, la según San Marcos del argentino Osvaldo Golijov y la según San Mateo del chino Tan Dun. Paralelamente, le comisionó a Penderecki "Credo", obra por cuya grabación Rilling obtuvo un Grammy en el año 2000.

Para él, la influencia del genio alemán llega hasta hoy: "A Bach lo podemos llamar 'el profesor de la historia de la música', pues todos los compositores que vinieron después aprendieron algo de él. Esto comenzó con sus hijos, por supuesto, y saltó al siglo XIX con Mendelssohn, Schumann y Brahms. Pero si revisas el siglo XX, existen muchos compositores que tienen una fuerte influencia de Bach. Y esto continúa hasta el día de hoy. No hay un compositor que no admire la música de Bach y aprenda de él".




Raúl Orellana

Violinista barroco

-"Considerando que en Chile existe un significativo movimiento de música antigua, ¿qué consejo les daría a los músicos modernos sobre cómo aproximarse, en lo espiritual e interpretativo, a la música barroca?

"Cada instrumentista debe analizar la música que va a interpretar, identificar su arquitectura y la idea esencial del compositor. Y debe traducir esto a su instrumento. En la interpretación misma, una de las cosas más importantes es la claridad;, que quede claro lo que el compositor quería decir con su música".






Juan Pablo Izquierdo

Director orquestal

-¿Qué piensa sobre el uso de instrumentos modernos en la interpretación de Bach, comparados con los de época?

"Podríamos hablar sobre esto durante toda una hora... Diría que es maravilloso que vivamos en una época en la que podemos oír a Bach en tantas maneras distintas. Cada aproximación tiene su riqueza, y el lenguaje de Bach es tan fuerte que no importa qué tipo de instrumentos uses, la reacción a su música siempre es positiva".






Alejandro Reyes

Organista y director

-¿ Ha cambiado su enfoque de Bach desde sus inicios en la música, tras los últimos descubrimientos y las nuevas aproximaciones estilísticas?

"Por supuesto, creo que la interpretación siempre cambia. Actualmente tengo ideas completamente diferentes de las que tenía cuando era joven y estaba empezando a trabajar como director e intérprete. Siempre he creído que ninguna actuación puede ser igual a otra, y que son necesarias las nuevas ideas sobre la interpretación".





Víctor Alarcón

Director

-Desde los años 70 existen diferentes corrientes interpretativas para Bach. Pensemos en Kurt Thomas y otros kapellmeister que conservaron esta tradición en sitios como Santo Tomás de Leipzig hasta 1989. ¿Qué piensa usted de este legado?

"Aquí en Alemania existe una larga y viva tradición de personas que se han concentrado en la interpretación de Bach. Fácilmente puedes nombrar a cien personas que han hecho esto toda su vida. Por supuesto que esta herencia sigue viva. Si vienes en Navidad, escucharás en todas las ciudades alemanas el Oratorio de Navidad de Bach. Esto es parte de nuestra tradición cultural".





Rodrigo del Pozo

Tenor, especialista en repertorio barroco y antiguo

-¿Cómo define a su público? ¿Ha cambiado, como efecto de las corrientes más historicistas que la suya?

"Creo que la música de Bach es tan fuerte que puede ser interpretada de muchas formas distintas, y siguen siendo Bach y su mensaje. Sólo puedo hablar por mi propio público, que depende del espacio en el que actúas, y del país. En España, por ejemplo, el público aplaude durante la interpretación, ¡después de cada movimiento! Pero en una iglesia alemana no hay aplausos, porque la gente piensa que la música es tan rica que no se debe interrumpir. Acabo de conducir La Pasión según San Mateo de Bach en Taiwán: había miles de personas, los aplausos fueron ensordecedores, e incluso hubo llanto, y hay que recordar que ellos no saben nada sobre la idea espiritual de la música de Bach".





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