miércoles, marzo 14, 2012

La Orquesta Filarmónica de Santiago inicia un año cargado de desafíos

  


El Mercurio

Este miércoles 14 de marzo, el conjunto abrirá oficialmente la temporada de conciertos del Teatro Municipal. El repertorio del 2012 incluye varios hitos y revela una madurez de sus integrantes que ha ido en ascenso, aunque -según expertos- aún les falta conseguir un color propio.

Maureen Lennon Zaninovic
Pasó la crisis y vino el rearme. En 2006, la Orquesta Filarmónica de Santiago vivió una de sus transformaciones más radicales de toda su historia: tras un intenso conflicto sindical, buena parte de su planta de músicos chilenos fue reemplazada por extranjeros. En palabras simples, hubo que partir de cero, conseguir el afiatamiento de los nuevos integrantes y recomponer las confianzas.

A casi seis años de esa reingeniería, hoy el panorama es bien diferente. Rani Calderon, director titular del conjunto, prefiere hablar de una nueva Filarmónica. ¿La razón? "Hoy, salvo muy poquitos cupos que falta por llenar (hay 77 personas contratadas), la orquesta ha alcanzado una estabilidad muy sana. No tener tantos cambios en su composición ha sido clave para que en 2011 pudiéramos abordar, y con muy buenas críticas, un repertorio tan desafiante como las sinfonías de Mahler o el estreno en Chile de la ópera 'Ariadna en Naxos', de Richard Strauss".

El músico israelí -que este año termina su período como director titular- recuerda que cuando asumió, en 2010, se topó con un panorama lleno de desafíos e incógnitas: "Me encontré con 16 vacantes. O sea, casi un tercio de la orquesta menos. No había trompetas, trombones, faltaban cornos... Hoy estamos casi con una dotación completa, con músicos que -desde un punto de vista artístico- realmente son muy buenos, que además se conocen y trabajan en una misma dirección. ¡Es fundamental conocer a la persona que uno tiene al lado! Y lo que me tiene más contento: hay varios instrumentistas chilenos. Todos ellos pasaron por una audición y demostraron que tenían méritos suficientes para estar aquí. Hoy la Filarmónica es una orquesta multicultural, y eso es muy enriquecedor, es un input sobre todo para los que no han salido del país, nutrirse de otras realidades y escuelas".

Andrés Rodríguez, director del Teatro Municipal, reafirma este diagnóstico: "La Filarmónica ya no es una rotativa de músicos. Hoy siento que es un conjunto homogéneo, pero heterogéneo en su composición. Es una agrupación globalizada, como lo son las principales orquestas del mundo".

Para Cristóbal Giesen, quien fuera administrador artístico de la prestigiosa Orquesta Sinfónica del Estado de Sao Paulo y ex asesor de la Orquesta Filarmónica de Santiago (colaboró en el diseño de su temporada de conciertos 2012), todos estos avances revelan a una agrupación "que si bien aún no tiene un color propio, claramente está mejorando. Sus miembros se reconocen como un conjunto y no como una mera suma de individuales. Hay muchos profesionales jóvenes contratados y eso es un desafío, porque varios de ellos interpretan por primera vez un repertorio. Se palpa un ambiente multicultural muy rico: la primera viola, por ejemplo, es británica; pero también hay instrumentistas de nuestro país, de Estados Unidos, Nueva Zelandia y Rusia. Cada uno de ellos aporta un universo musical propio".

El director del Teatro Municipal agrega otro factor que ha sido clave en este rearme: "Este es el segundo año que implementamos un programa de coaching , con profesores invitados extranjeros que han ayudado a reforzar las distintas filas. Y eso se ha notado en el producto final".

A ello se suma que en los últimos meses, y dando cuenta de una apertura hacia otros públicos, la Filarmónica ha dado que hablar por sus inéditas presentaciones en la cárcel, al interior del túnel San Cristóbal y en la mina a cielo abierto de Chuquicamata.

"Todas son experiencias estimulantes que nos permiten crecer y afiatarnos cada vez más como grupo", puntualiza el director Rani Calderon.

Riesgos mayores
Giesen considera que este proceso de madurez va en directa relación con lo que se puede ofrecer al público: "Una vez que completas los cuadros que requiere una orquesta, una vez que consigues una cierta estabilidad en las filas, se te abren más posibilidades para programar. La temporada 2012 es una prueba de esos avances y creo que se logró una propuesta muy entretenida para los auditores. En cada ciclo se incluyó un must , una pieza que uno no debería dejar de oír".

Agrega que Rani Calderon también ha hecho un esfuerzo importante por incluir repertorios cada vez más desafiantes, tratando de no apostar a los hits de siempre. "Porque una sinfonía de Haydn puede ser mucho más compleja, por sus sutilezas, que una tremenda obra como el 'Carmina Burana'".

Con respecto a la apertura que se realizará este miércoles con el programa "España en el corazón", Cristóbal Giesen destaca como una pieza angular a "El sombrero de tres picos", de Manuel de Falla. "Es un imperdible, una obra de gran sensibilidad y colores muy bellos. Pero también es muy novedoso el Concierto para flauta y orquesta de Christopher Rouse (1949), un compositor estadounidense contemporáneo muy poco tocado en nuestro país y que hay que atreverse a conocer".

Encantar con la música
Un tema sensible para los principales teatros y salas de música del mundo ha sido la baja de audiencia en los conciertos. Para Giesen es cierto que cada vez es más difícil encantar al público con la música en vivo: "La gente quiere espectáculos: llámese ballet u ópera, porque ha perdido la capacidad de concentrarse con los sonidos. Pero, por otro lado, la orquesta es la generadora de la música en el teatro, es su vida y su corazón. Y donde se revela esto a cabalidad es en la temporada de conciertos. Hay que despertar en la audiencia la capacidad de oír y eso supone un esfuerzo importante: apagar los celulares, llegar temprano al teatro, no corriendo, y darse cuenta que esto es un regalo que permanece, para la vida y el espíritu".

Andrés Rodríguez señala que esta baja de público es una tendencia mundial, por eso este año -gracias al apoyo de la empresa privada International Power GDF Suez- se hizo un esfuerzo mayor en el repertorio y en la contratación de artistas internacionales. Y los números, hasta el momento, son azules. "Con respecto al 2011, aumentamos en un 20% el número de nuestros abonados. Este año, además, crecimos a 10 conciertos e incluimos a dos invitados de primera línea: el director indio Zubin Mehta; y Concerto Köln y Matthias Goerne : uno de los más grandes barítonos y expertos mundiales en el repertorio barroco".


Programarse:
Teatro Municipal de Santiago.
Días y hora: Miércoles y jueves, a las 19:00 horas.
Programa: "Danzas de Galanta", de Zoltán Kodály; "Concierto para flauta y orquesta", de Christopher Rouse (solista: Prema Kesselman) y "El sombrero de tres picos", de Manuel de Falla.
Entradas: desde $2.000 a $24.000.

Konstantin Chudovsky, el director revelación que abre la temporada 2012
Con tan sólo 29 años, el músico ruso Konstantin Chudovsky se convirtió en la revelación de la temporada 2011 del Teatro Municipal de Santiago. Un talento que estuvimos a punto de no descubrir en Chile, porque su nombre no aparecía originalmente en el elenco internacional de la ópera "Boris Godunov", de Mussorgsky.
¿Qué pasó? En un llamado de emergencia, le pidieron reemplazar al director eslovaco Peter Feranec. Así logró debutar en nuestro país y, aunque existía un temor justificado ante su juventud y desconocimiento de su carrera, terminó conquistando al público y a los expertos.

"Y el destino me persigue, porque nuevamente una cancelación me obligó a viajar Chile, antes de lo previsto", cuenta con humor el músico ruso a Artes y Letras, ya instalado en el Teatro Municipal de Santiago.

Este miércoles y jueves -en un relevo por problemas de salud del conductor estadounidense Arthur Fagen-, Chudovsky abrirá oficialmente la temporada de conciertos 2012 con un programa inspirado en tierras españolas: "Danzas de Galanta", de Zoltán Kodály; el Concierto para flauta y orquesta de Christopher Rouse (con la flautista Prema Kesselman) y "El sombrero de tres picos", de Manuel de Falla.

"No veo a este repertorio como algo extraño o alejado de mis intereses, ya que los rusos también nos sentimos cercanos al alma hispana. Todas las piezas, especialmente la de Manuel de Falla, poseen un sabor ibérico muy cautivante, con bastante enjundia y salero".

En un principio, como se anunció en conferencia de prensa, Chudovsky dirigiría a la Orquesta Filarmónica de Santiago en el segundo programa de la temporada 2012 (21 y 22 de marzo), por lo que este regreso a nuestro país -y por partida doble- lo tiene con un ritmo laboral intensísimo. Para este último compromiso, abordará un virtuoso y colorido repertorio que debería encandilar a la audiencia, tomando en cuenta sus orígenes: "Amanecer sobre el río Moscova" (preludio de la ópera "Khovantchina"), de Mussorgsky; el Concierto para violín, Op. 35, de Tchaikovsky (solista Konstantin Kaznacheev) -este último alcanzó recientemente una enorme popularidad gracias a la exitosa cinta "El concierto" que se estrenó el año pasado en nuestro país- y "Sheherazade" de Rimsky-Korsakov.

Sobre el segundo programa y su cercanía con el filme "El concierto", de Radu Mihaileanu, Konstantin Chudovsky aclara que la película le desagradó, "porque muestra una visión estereotipada de los músicos rusos, como si todos fuéramos relajados, flojos y alcohólicos. Lo único bueno de la cinta es que hoy yo puedo dirigir esta preciosa obra en Chile. Es una joya de fácil acceso, tan llena de alegría, pero también -como toda la música de Tchaikovsky- con una delicada melancolía subyacente. Detrás de ese gozo, hay una tragedia muy propia de la historia de nuestro país ¡Un concierto tan profundo!".

Y sobre "Sheherazade", el director explica que en su país es tan popular como "un tema pop. Es una obra que tenemos grabada en el alma y que me enorgullece poder ejecutarla en Chile".

Su agenda para los próximos años va en ascenso, con presentaciones en importantes capitales europeas. "Y regresaré al Teatro Municipal de Santiago, en 2014, para el estreno de la ópera 'Katia Kabanová', de Janacek", adelanta Chudovsky.

Los conciertos y artistas bajo la mirada de tres abonados
Germán Reyes
Profesor Colegio Tabancura
"Para mí, una de las visitas imprescindibles será la de Concerto Köln en septiembre. El conjunto es uno de los principales grupos especialistas en la interpretación barroca y se presentará con un solista de inmensa categoría: el barítono Matthias Goerne. Oír en vivo al gran liederista debería ser una de las experiencias musicales más destacadas de los últimos años. Otro concierto imperdible es la Sinfonía 11 de Shostakovich, dirigida por Maximiano Valdés (diciembre). Ojalá esta última sea una velada que quede en la memoria, tal como lo hicieron con la misma obra, años atrás, la misma orquesta y el maestro estadounidense Stefan Lano".

Mario Olavarría
Ingeniero civil
"Estoy abonado a los conciertos desde hace 25 años, pero en los últimos dejé de ir por distintas razones: una de ellas fue la muerte de mi esposa, quien siempre me acompañaba al Municipal. Ahora estoy retomando mi abono, porque me parece una temporada extraordinariamente muy buena, con compositores románticos, rusos, alemanes, clásicos y contemporáneos. Que venga el director indio Zubin Mehta a Chile es un milagro, y no me voy a perder sus dos presentaciones. Me parece un sueño poder verlo dirigir en el Municipal, casi en el fin del mundo".

Ximena Feliú
Ex directora de la Biblioteca del Congreso
"Desde el colegio no he dejado de ir al Municipal. Al principio iba a la galería y luego, ya con mayores recursos, me aboné. Me llama la atención que en la temporada de conciertos 2012 nuevamente volvemos a los clásicos eternos: Mozart, Beethoven, Brahms, Tchaikovsky y Bruckner, pero hay muy pocos chilenos. Es un tema que se podría solucionar, más aún cuando es sabido que en Europa y, específicamente en Francia, hay varios compositores nacionales muy interesantes, algunos incluso cercanos a Pierre Boulez. Uno de ellos es Roque Rivas. Claro que es música electrónica y nuestros oídos quizás no están acostumbrados a eso, pero es un problema de costumbre. También me sorprende que lo único que van a tocar de música chilena es 'Vida de campo', de Alfonso Letelier, cuando él dejó una gran cantidad de sonatas preciosas, basadas algunas en letras de nuestra Gabriela Mistral. Es primordial rescatar nuestras raíces, sobre todo para las nuevas generaciones".

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