lunes, octubre 31, 2011

Foo Fighters y Arctic Monkeys encabezan la segunda edición de Lollapalooza Chile



La Tercera

Ambos grupos ya están cerrados para la nueva versión de la cita. Morrissey es la otra gran carta que se acerca al evento.

por D. Lagos / C. Vergara

Lollapalooza Chile en tierra derecha. Aunque aún faltan cinco meses para su realización, la segunda edición del mayor festival rockero del país -que se hará el 31 de marzo y el 1 de abril en el Parque O'Higgins- ya ultima los detalles para sus anuncios definitivos. En ese ítem asoma, por lejos, el más esperado: el cartel de invitados, que para 2012 espera totalizar más de 60 nombres y de los estilos más disímiles.

Eso sí, ya están cerrados dos de los créditos protagónicos de la cita, llamados a convertirse en lo más sobresaliente del line-up: la banda estadounidense Foo Fighters y el grupo inglés Arctic Monkeys. Ambos vienen por primera vez al país, estuvieron en la última edición del evento en Chicago y en su réplica chilena ocuparán los lugares de avanzada. Los organizadores también barajan un tercer nombre que funcione como headliner o número principal de cada velada. Entre las opciones, se ha gestionado durante semanas la inclusión de otro ilustre de la isla, el cantante Morrissey, quien cuenta con la posibilidad más cierta de sumarse a la instancia. Su posible fichaje no es casual: sus promotores ofrecieron hace meses la opción de que el ex The Smiths baje hacia el sur, con alto interés de que integre el evento. Por tanto, el escenario precipitaría su presencia. Otro grupo de alto calibre que se tiene en la mira para encabezar la fiesta son los reunidos Soundgarden, aunque, hasta ahora, su participación sigue observándose lejana.

Entre las figuras ya contempladas, se espera que Foo Fighters cierre la noche inaugural, del sábado 31, mientras que los Monkeys podrían aparecer al día siguiente. Ambos traerán el mismo espectáculo con el que han girado durante este año en el circuito anglo.

En el caso de la banda del ex Nirvana Dave Grohl, su primera vez en Santiago se definió a mediados de año. Pero el asunto no fue fácil. Tres productoras -incluyendo a Lotus, los mentores de Lollapalooza Chile- estaban en carrera por conseguir uno de los grupos más apetecidos por el actual negocio planetario de los espectáculos en vivo (ver nota secundaria). Incluso, varias empresas doblaron su oferta para intentar quedarse con el premio mayor.

Pero los productores de Lotus contaron con un aliado de fuste: Perry Farrell, el hombre de Jane's Addiction, y el cerebro y creador de la versión madre de Lollapalooza. A través de sus propias gestiones -y de su amistad con Grohl- logró abrochar el paso del quinteto por el festival chileno.

Además, también favoreció que las negociaciones fueran con el gigante mercado brasileño, país que el próximo año tendrá su propio Lollapalooza, a realizarse una semana después de su sede santiaguina en el Jockey Club, de Sao Paulo. Su nombre asoma, por lejos, como la apuesta más atractiva del evento. La agrupación también tiene contemplado un show en Buenos Aires.

Con los Arctic Monkeys el asunto también fue paulatino. A mediados de año, su nombre era una de las cartas del próximo festival Maquinaria, que se hará a mediados de noviembre en el Club Hípico. Sin embargo, las negociaciones no prosperaron y las prioridades en la agenda del conjunto -que decidió extender su actual periplo por Europa- abortaron la visita. En 2012, la banda tiene planeada una serie de presentaciones en Oceanía, para luego desembarcar en Sudamérica.

Su fichaje también genera el aplauso inmediato: el cuarteto es hoy la banda más rutilante de la isla, con cuatro discos y un sonido que cruza el alto voltaje con la sensibilidad propia del pop inglés, atiborrado de arreglos, guiños evocativos y una identidad indiscutible. Su última pieza, Suck it and see, figura entre lo más destacado de 2011. Otros nombres que también asoman en la lista de probables son los de las bandas TV on the Radio, MGMT, Cage the Elephant y Big Audio Dynamite, el combo liderado por el ex The Clash Mick Jones.

Los chilenos

Aunque la totalidad del cartel ya está casi definido, los encargados aún están en negociaciones con algunos nombres chilenos, un trozo no menor del menú final. Eso sí, ya cerraron con figuras de plena actualidad, como el ex Teleradio Donoso Alex Anwandter -que la semana pasada lanzó su segunda entrega, Rebeldes-, y la banda Jiminelson, adscrita al rock, al punk y al blues de vieja cuna.

El line-up completo se revelará durante la segunda quincena de noviembre y, hasta ahora, tiene contemplado repartirse en seis escenarios: los dos centrales que funcionarán de manera alternada en la elipse; otro más pequeño y contiguo al teatro La Cúpula, que recibirá a nombres más alternativos; el Movistar Arena, consagrado a las variantes electrónicas; el Kidzapalooza, centrado en grupos de corte infantil, y el propio recinto de La Cúpula, esta vez con medidas preventivas que buscarán evitar el caos de la primera edición.

Junto con la oficialización de la lista de comensales, vendrá la venta general de entradas, con opciones de comprar abonos para ambos días y de adquirir boletos para la zona VIP. Un proceso donde ya hay camino avanzado: a principios de mes, Lollapalooza inició una venta "en verde" y comercializó 5.000 boletos sin que aún se entregaran mayores señales de su programación. Según los organizadores, los tickets se vendieron en minutos, situación que esperan replicar cuando todas las fichas estén sobre la mesa.

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