viernes, septiembre 02, 2011

Las canciones reencontradas en París de Violeta Parra

Portada de la edición alemana de Pläne (1973) de «Canciones reencontradas en París» de Violeta Parra.
Portada de la edición alemana de Pläne (1973) de «Canciones reencontradas en París» de Violeta Parra.






Las Canciones reencontradas en París de Violeta Parra, tal vez el mejor de la genial chilena, después de esa obra magistral que sin duda son sus Últimas composiciones, ha tenido numerosas peripecias de censura y cortes en sus diversas ediciones, lo que ha hecho que hasta el día de hoy aun no se haya editado tal y como lo grabó Violeta Parra.

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Nueve canciones, de las cuales la mayor parte llevan la impronta más combativa de Violeta Parra, marcaron el destino de este disco por la censura, o autocensura de algún responsable del sello francés ARION.

En 1970, Ariane Ségal, directora de ARION, entregó a Isabel Parra unas grabaciones realizadas por su madre en 1963, para un disco inconcluso. A su regreso a Chile, Isabel Parra publicó este material con el título de Canciones reencontradas en París. Desde 1971, fecha de esta primera edición del disco, hasta 2010, las canciones «reencontradas en París» se han publicado en numerosas ediciones y reediciones en países como Italia, Alemania, España, México, Argentina, Estados Unidos, etc.

Tras el golpe de estado propiciado por la derecha y las FFAA chilenas en 1973, en Europa la solidaridad con el pueblo chileno también se convirtió en una especie de moda hacia su música; el asesinato de Víctor Jara y el exilio de los más representativos interpretes de la Nueva Canción Chilena, unido al afincamiento del sello discográfico del Partido Comunista chileno, DICAP, en Europa, creó las bases necesarias para un próspero mercado, propiciando casos como el del grupo Inti-Illimani que llegó varias veces a ser top ten en Italia.

Es en este recién creado y floreciente mercado cuando, en 1973, el sello italiano Albatros edita, por primera vez en Europa, las canciones «reencontradas en París» de Violeta Parra, ahora bajo el título más acorde a la situación actual Santiago, penando estás, dentro de la efímera serie «Cile canta e lotta» (Chile canta y lucha). Este disco era una copia hecha sobre el vinilo chileno de 1971. Casi inmediatamente el sello alemán Pläne también edita el disco idénticamente al de Albatros, incluido el recorte de la introducción instrumental de la canción Hasta cuando está.

La propietaria de los másteres originales, la casa francesa ARION, ve en ese momento una buena oportunidad mercantil y publica las grabaciones, después de once años de que Violeta las grabara para ellos. Con el título Un río de sangre, ARION publica el disco en 1974, con la inclusión de dos temas interpretados por los hermanos Parra pertenecientes al LP Au Chili avec Los Parra de Chillan, ya publicado en 1963. Por primera vez el disco aparece en estéreo con un sonido impecable y, sorpresa, con una canción más, y no una canción cualquiera dentro de la obra de Violeta: El Santo Padre. Esta canción que cuando fue grabada se llamaba Julián Grimau, posteriormente había sido grabada en Chile como ¿Qué dirá el Santo Padre?, ARION no pudo ponerle el título original porque la estrofa que hacía referencia al líder comunista español asesinado había desaparecido «por arte de magia». No solo esta canción tuvo la desaparición de un líder histórico en sus versos y música, también desapareció de Un río de sangre corre el asesinado primer ministro del Congo, Patrice Lumumba, que sí aparecía en la canción entregada a Isabel Parra, posteriormente publicada por DICAP, Albatros y Pläne.

Portada de la primera edición española de ARION (1974) de «Canciones reencontradas en París» de Violeta Parra.
Portada de la primera edición española de ARION (1974) de «Canciones reencontradas en París» de Violeta Parra.

Los cortes efectuados a las canciones se hicieron con tal maestría por el ingeniero de sonido de ARION, que se llegó a engañar a los sellos distribuidores de ARION en otros países: por ejemplo, en España el disco se editó por primera vez en 1974, donde la censura franquista prohibió tres canciones (El Santo Padre, La carta y Ayúdame, Valentina) que pudieron ver la luz en una edición posterior, de 1978, y en la que en su contraportada se podía leer:

…Pero su canción no es algo inmóvil, con el paso del tiempo aparecen matices distintos o se amplía con nuevos versos, que como el caso de «El Santo Padre», dan al texto un contenido más preciso. La presente versión es una de las primitivas. La referencia que en ella se hace al sexto mandamiento confunde. Por eso hoy en día se canta con las modificaciones que su compositora introdujo. Así el mandamiento pasa a ser el quinto (no matarás) y se incorporan los siguientes versos que no dejan la menor duda de la intencionalidad de la canción:
«El que ofició la muerte como un verdugo
tranquilo está tomando su desayuno.
Lindo segar el trigo en el sembrao
regado con tu sangre Julián Grimau».

Con Un Río de Sangre sucede algo parecido. Entre las menciones de los que murieron en aras de la libertad no incluyó en un principio a uno de los líderes más prestigiosos del África Negra muerto por aquellas fechas…:

«Se oscurecieron los templos,
las lunas y las centellas,
cuando apagaron la estrella
más clara del firmamento.
No habrá temporal que borre
la mano de la injusticia,
que con crecida malicia
profanó al negro Lumumba,
su cuerpo se halla en la tumba
y su alma clama justicia».
Portada de la tercera edición española de ARION (1978) de «Canciones reencontradas en París» de Violeta Parra.
Portada de la tercera edición española de ARION (1978) de «Canciones reencontradas en París» de Violeta Parra.

En 1991 el sello ARION publicó el disco en formato CD, esta vez Julián Grimau apareció en la canción El Santo Padre, aunque con la estrofa en cuestión cambiada de lugar, lo que le quita bastante de la fuerza que tiene la versión original. No tuvo tanta suerte el primer ministro Lumumba, ya que la estrofa que le hacía referencia siguió ausente. También cabe resaltar de la edición de este CD la inclusión nuevamente de varias canciones interpretadas por los hijos de Violeta y, lo que es más extraño, otros tantos temas interpretados por Los Calchakis. ARION hizo en 1991 lo mismo que la concesionaria del sello francés, en 1975, en España; cuando la censura mutiló el disco de Violeta y lo rellenó con lo más parecido que tenía a canciones de la Nueva Canción Chilena: Los Calchakis. Esto tenía un sentido claro en la España franquista, pero en ningún caso en Francia en 1991, convirtiendo el disco en una especie de batiburrillo de canciones supuestamente chilenas, donde Violeta Parra se diluye entre canciones totalmente ajenas.

Más allá de los hechos contrastados, quedan en el aire varias preguntas: –¿Por qué no apareció la canción dedicada a Julián Grimau hasta 1974? –¿Por qué se suprimió el nombre de Grimau en una canción dedicada a él? –¿Por qué se suprimieron los versos dedicados a Lumumba en la canción que daba título al disco? Indudablemente no por censura gubernamental francesa…

Portada de la edición chilena de Oveja Negra (2010) de «Canciones reencontradas en París» de Violeta Parra.
Portada de la edición chilena de Oveja Negra (2010) de «Canciones reencontradas en París» de Violeta Parra.

En 2010 el sello chileno Oveja Negra publicó la última edición hasta el momento, de nuevo con el título Canciones reencontradas en París, aunque el CD también contiene registros realizados en distintos sitios. Esta nueva versión está montada con canciones extraídas del disco de ARION y del disco, antes mencionado, publicado por Albatros en 1973; lo que da como resultado un extraño disco en donde se mezclan canciones en estéreo con monofónicas y con distintos sonidos. Por desgracia el tema Hasta cuando está está tomado de la versión incompleta publicada por Albatros y Pläne, lo que hace que tampoco ahora podamos disfrutar de las grabaciones tal y como las realizara Violeta en el ya tan lejano 1963, año de la muerte de Grimau y dos años después de la de Lumumba.
José Manuel García

Primera edición Chilena. Dicap. 1971

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