domingo, octubre 02, 2016

Frédéric Chambert, Director del Municipal de Santiago : "El cambio de nombre del teatro obedece a nuestra historia y realidad actual"

El Mercurio

"Municipal de Santiago. Ópera Nacional de Chile" es el nuevo nombre del teatro de Agustinas. El director francés justifica aquí el cambio, que incluye el nuevo logo de la institución. Además, repasa la temporada 2017, una que lleva su impronta, parcial aún, pero con elementos importantes de su estilo.  


Ya instalado definitivamente en el país desde julio, Frédéric Chambert tiene tiempo suficiente para realizar su trabajo en forma, uno que requiere dedicación completa. El teatro es un mundo complejo, con una planilla de 480 personas que dan desarrollo al proyecto cultural. Se le ve tranquilo y a medida que pasa este año, va reafirmando positivamente algunos aspectos que le preocupaban. Uno muy importante es que el público responde a los espectáculos. Incluso, lo sorprendió el éxito de la polémica ópera "Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny", de Weil y Brecht. "Me habían dicho que el público de Santiago podía ser muy conservador pero no, la acogieron muy bien". También ha notado algo importante para él, que el público "es bastante diverso en el teatro, especialmente si uno considera las presentaciones de los elencos estelares. Es un público que representa bastante bien la sociedad chilena, hay jóvenes, mayores, profesionales, gente con la que uno se cruza en la calle o en el metro, o sea, que estamos muy lejos de esta imagen de la ópera como un templo de la élite o solo de ella".

En el lanzamiento de la temporada 2017, el miércoles pasado, fue motivo de sorpresa el anuncio del cambio del nombre y el logo del teatro, un encargo del directorio de este, canalizado y orientado por Chambert. El anuncio fue motivo de inmediatas reacciones en un tema sensible a la comunidad artística y al público general. La primera se ve tocada, especialmente en regiones, donde la ópera crece cada año de la mano de muy buenas gestiones municipales; y el público tradicional del teatro ve en el nuevo nombre, una intencionalidad más allá de lo extrictamente artístico.

El nuevo nombre del teatro

La inclusión por primera vez en el folleto explicativo, de todas las actividades que realiza el teatro, es una novedad esencial para Chambert. "Las dos páginas más importantes de la brochure son el sumario, donde se abarca todo lo que hace el teatro. Y eso sí es nuevo, porque hasta ahora se consideraba que la temporada oficial era esencialmente la de abonos, y todo lo demás no aparecía. Actividades como el DAE, nuestro centro de documentación, son importantes, las visitas guiadas también, es otra manera de compartir con otra gente, que disfruta del monumento patrimonial".

-Pero la gran novedad es el cambio del nombre del teatro: Municipal de Santiago: Ópera Nacional de Chile. ¿Qué argumentos lo justifican?
"El cambio de nombre es un resultado, en realidad, de considerar la totalidad de la actividad del teatro y sus misiones en regiones, sacando los cuerpos estables de Santiago. Por ejemplo, este domingo una formación coral del teatro estará en Punta Arenas, porque el teatro tiene una difusión en el país entero. También este teatro a través de un convenio que existe con el Ministerio de Cultura tiene una intensa actividad de capacitación y formación de profesionales y técnicos. Si uno toma eso, por un lado, y la noción que conlleva la de teatro municipal, por otro, en realidad hay un cambio. Cuando nació este teatro, Chile era Santiago y tal vez Valparaíso, principalmente, y era 'el' Teatro Municipal porque era el centro. Hoy existe el teatro Municipal de Chillán, Rancagua, Las Condes, en todas partes hay teatros municipales, y esa etiqueta de 'teatro municipal' no abarca la totalidad de las misiones de esta institución. Partiendo de la constatación de que estamos haciendo mucho más que animar la vida municipal de la comuna de Santiago, pensamos en buscar una identidad propia, que en realidad yo creo que está en la noción de Ópera Nacional de Chile".
"Este teatro responde a unas expectativas que son las que se formulan para una ópera nacional. Esto lo traduce su mismo financiamiento, pues recibe dineros públicos de las municipalidades, pero recibe aún más del Estado, a través del convenio del Ministerio de Cultura, de la Ley de Rentas 2, que se reserva a instituciones nacionales, y a través de la Ley de Donaciones. Somos una institución con un financiamiento mayoritariamente nacional. Luego también, naturalmente, el de la Municipalidad de Santiago y el aporte de Las Condes, Providencia y Vitacura que nos apoyan. Entonces había que hacer convivir estas realidades en un título que no fuera contradictorio y que diera cuenta de todas sus dimensiones".

-¿Y cómo llegaron a esa nomenclatura?
"Trabajamos con una agencia de comunicaciones, pensamos, discutimos, lo hablamos con el directorio, y en verdad, en la práctica, la gente habla del 'municipal', casi como el Met, de Nueva York. Hablamos de Pequeño Municipal, y los artistas extranjeros que cantan aquí suelen referirse al 'municipal', Chile. Se conoce como tal y se nombra así. Entonces dejamos Municipal, pero como sustantivo, en vez de ser adjetivo, y de ahí la idea de llamarnos Municipal de Santiago, porque es nuestra historia, y Ópera Nacional de Chile, porque esa es la realidad actual".

-¿Se justifica también el cambio el logo?
"Había un logo que era el edificio y que me planteaba dos problemas: el primero es que el edificio aparecía de mil maneras distintas, no era un logo hecho con normas adecuadas. Y, como he dicho, las misiones del teatro van mucho más allá del edificio de calle Agustinas. Es una institución con objetivos, no es solamente un lugar donde uno va a ver espectáculos. Hay giras, difusión, etcétera. Era reductor limitar su imagen al edificio. Por otro lado, puede ser una apetencia más personal, pero me parece que la tipografía cuando se trabaja puede ser muy elegante y que es suficiente para identificar a un lugar, con tal que sea una tipografía propia. Desarrollamos una y me pareció que era lo más sobria, sencilla, adecuada y que puede hablar a cualquiera".

Novedades con los abonos

-¿En materia de abonos, se innova para seguir atrayendo más a los jóvenes?
"Sí. Queremos innovar con los jóvenes. Hay en el teatro espectáculos que a veces no se llenan completamente y quedan 10 o 100 entradas excelentes en platea, palcos. Partiendo de eso, intentamos una nueva fórmula, permitiendo a los jóvenes menores de 25 años conectarse por internet el mismo día del espectáculo a partir de las cero horas. Ahí pondré en venta las butacas vacías o parte de ellas. Y por 8 mil pesos podrán comprar entradas que se venderían a 120 mil o más. Yo lo hacía en Toulouse, con frecuencia, pues me parecía absurdo que el público quedara mal sentado arriba cuando tenía espacios abajo. Creo que eso puede crear un interés por formar público, hacer que la gente llegue más fácilmente. Espero a través de esto atraer a los jóvenes que han perdido la costumbre de venir al teatro. Ellos hoy son muy tecnológicos, viven conectados, después voy a esconder pokemones en el teatro ¡y llegarán todos!" (risas).

-¿Se incorporan abonos más cortos?
"A los abonos flexibles inaugurados hace algunos años, este año proponemos abonos más reducidos de tres o cuatro títulos, sea de ópera, o mixtos, con temáticas, que le dan cierta consistencia a la programación. Ello permite acceder a parte del público que le costaría comprometerse con seis títulos, por ejemplo. Nuestras sociedades han cambiado, hoy tenemos competencia de la poderosa entertainment society , que significa que la gente puede reservar pasajes para viajar a Cancún, por 200 dólares. Eso hace más difícil tal vez que alguien se comprometa con un año de anticipación con un concierto. Por último, vamos a abrir un punto de venta nuevo en el Patio Bellavista, un lugar donde pasa mucho turista, y el Municipal debe atraer a este público también".

Hitos de la temporada 2017

-¿Cuáles son los principales énfasis de la temporada musical que quiere mostrar para el próximo año?
"En la ópera, debo recordar que los títulos ya estaban diseñados por Andrés Rodríguez, y parte de los elencos, y se lo agradezco mucho, porque nosotros necesitamos programar con dos o tres años de anticipación. Pero aparte de esto, he puesto especial énfasis en la puesta en escena de los títulos. Esta disciplina ha evolucionado mucho en los últimos 40 años. El público siempre nos dice, 'no, a mí me gustan las óperas como siempre se han hecho', pero yo rechazo eso bastante, porque se asombraría ese público si viera una ópera barroca como fue escrita originalmente. Igualmente, hoy nadie podría aguantar una puesta en escena de las obras de Richard Wagner con sus maquetas originales. Entonces, me he preocupado de traer a algunos directores de escena de nivel mundial, como Jorge Lavelli para Jenúfa, de Leos Janacek. Es un francoargentino, padre de la evolución de la puesta en escena, desde su famoso Fausto, de Gounod, en 1975, que causó gran escándalo, pero que logró imponer una nueva impronta en esta disciplina. Para él, la ópera es teatro, hay una dramaturgia que debe expresarse, y con esa idea creo que regresamos a la fuente de la ópera como un espectáculo total. Para Las Bodas de Fígaro, segundo título de la temporada, traemos como director de escena a Pierre Constant, con una puesta probada que compramos y que está concebida, para escenificar las tres óperas Mozart-Da Ponte (más Don Giovanni y Cosi fan Tute), que daremos en los años siguientes. Una producción súper clásica, pero bellísima".
"Lo mismo podemos decir de Rigoletto, de Verdi, que será la ópera más cuestionada de la temporada, con puesta en escena del inglés Walter Sutcliffe y de un gran escenógrafo, Kaspar Glarner. Una versión muy actual, ambientada en el siglo XX, muy minimalista. Se puede notar que todos los cantantes del elenco estelar están mencionados en el brochure , con contratos cerrados, y eso me parece importante".

-En ballet viene, por primera vez, una coreografía de El Mesías y de La Flauta Mágica.
"El Mesías, de Haendel, con la coreografía de Mauricio Wainrot, es bellísimo, es la obra entera bailada. Creo que puede ser un hito fenomenal. La Flauta Mágica, de Béjart (con música grabada), también será una novedad. Es una temporada bastante Béjart, porque estará además en el Festival de Coreógrafos, y el Bolero de Ravel, también. Luis Ortigoza hace una nueva edición de Raymonda, con una nueva escenografía y vestuario de Pablo Núñez".

-El eje de la temporada de conciertos será Mozart.
"Sí, ¿por qué? Porque es inagotable. Pero también programar conciertos es tomar en cuenta el mejoramiento de la orquesta. Mozart es, probablemente, el ejercicio más arriesgado para una orquesta, porque requiere gran precisión. La temporada se abre con Juan Pablo Izquierdo, que volverá durante las próximas temporadas; regresará Francisco Rettig, y estarán Konstantin Chudowsky, Max Valdés, Pero-Pablo Prudencio y Attilio Cremonesi".

 Nuevo ciclo de guitarra clásica

La gran innovación en materia de programación para este año es el inicio de un ciclo de guitarra clásica. "Es lo único totalmente nuevo y lo haremos en la Sala Arrau. Le doy gran importancia, porque hay una gran tradición de guitarra en Chile, de alto nivel, y podemos tener una experiencia similar a la del piano, con el tiempo. Me visitó Luis Orlandini y le hice la propuesta de ayudarme a levantar este ciclo. Serán ocho conciertos en el año, que por esta vez será un ciclo nacional, para dar a conocer a los artistas chilenos, muchos de ellos de nivel mundial. Por supuesto, después nos abriremos a invitados internacionales. Yo soy muy poco nacionalista en materia de arte. Es una actividad muy internacional".

¿Se mantienen los auspiciadores?
Un punto sensible para el teatro es mantener la confianza de las empresas que colaboran con el proyecto. Al respecto, Chambert dice que hay una continuidad. "Varios que por algún motivo se habían retirado están volviendo, y eso me alegra. Pasa aquí, y en todas partes, que los años de crecimiento alto de las economías quedaron atrás, y eso se siente muy claramente en este país. Hay una cierta expectativa, y cuando hablo con mis colegas de otros teatros y hasta con los mismos empresarios, se ve un poco más de timidez en los últimos años. Pero creo que es provisorio, porque siento que hay una gran dinámica en este mundo y este teatro tiene que apoyarse sobre empresas, por motivos obvios, pero además es una manera de conectarse con las fuerzas vivas de la sociedad".

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